*Amaya*
Wren estaba muerto.
Habían pasado tres días desde que regresé al castillo. Cinco días desde el ataque de Mantícora. Y ni una palabra. Nada. Era la única explicación lógica o ya habría escuchado algo. Él estaría aquí.
Deambulé por el castillo sin pensar. No podía comer, apenas podía dormir. Tenía moretones y un par de cortes superficiales pero nada importante. Repetí el ataque una y otra vez en mi mente. Me sentí culpable como si no hubiera hecho lo suficiente, como si fuera culpa mía. Debería haber hecho más.
Pasé la mayor parte de mi tiempo en la biblioteca de Wren buscando información sobre Mantícoras y no encontré nada. Me sentí impotente.
Quería respuestas.
Pasaba las tardes en el balcón de mi dormitorio. Me estaba aclimatando al clima de aquí, ya no tenía tanto frío como antes. Me pregunté si eso tenía algo que ver con la ausencia de mi antigua marca.