-Ronan-
Salgo corriendo de la biblioteca para hablar con Dan y, en parte, para alejarme de Ara. Cada día me revela más el enigma que es para mí y me siento abrumadoramente desprevenido para esto.
Nunca pensé que una asistente me haría cuestionar tantas cosas y, por millonésima vez, creo que pude haber cometido un error al darle tanta libertad.
Pero no puedo pensar en ella ahora. Lo que Dan me está diciendo ocupa toda mi atención.
“Llevo algún tiempo pasando en los establecimientos de este tipo. Las fiestas que organiza... son realmente extraordinarias”.
“¿Es eso lo que llamaste para decirme?” chasqueo. No es mi intención hablar así con Dan ni con nadie, pero no estoy del mejor humor.
"No señor. Lo lamento. Llamé porque descubrí que el asistente de Gabriel Peterson es su socio. Románticamente”.