*Gema*
La atmósfera del viaje en coche era desoladora. Se encontraron dos compañeros y, en poco tiempo, se perdieron dos compañeros. Un casi compañero se volvió villano. Moonwake se vio obligada a huir una vez más. Sólo podía imaginar que su moral se hundiera aún más en la desesperación. ¿Cuántas veces más, cuántos escondites más, excavarían y serían perseguidos hasta que pudieran regresar a su tierra natal? ¿Cuántos sacrificios más iban a tener que hacer?
“Él es nuestra última esperanza. No le dejes ir."
Fallé en mi promesa a Jaci. Todo esto fue mi culpa.
"¿Aún lo sientes?" Le susurré a Raisa.