*Gema*
Un túnel con su propia entrada secreta custodiada por un hombre grande y aterrador que pedía una contraseña.
Estaba tan perdido.
"Cuando dijiste 'aventura', Diana", siseé mientras ella tiraba de mí, "no pensé que implicaría... esto".
“¿Un mercado clandestino?” preguntó inocentemente. “¿Habrías venido si te hubiera dicho que es adonde íbamos?”
"Definitivamente no."
"Bueno, no te preocupes, estás conmigo, lo que te da muy buena inmunidad".
Mientras apartaba mi mirada de la pequeña y confiada loba con la barbilla levantada con orgullo y su paso desafiando a cualquiera a cuestionar su propósito, mi aliento se quedó sin aliento.
Nedra. Era como un Niburgh en miniatura. Toda una ciudad subterránea.