Me di vueltas toda la noche y apenas pude dormir, aparte de que los crujidos y gemidos de mi casa me despertaban sobresaltados.
Sigo pensando que es ese demonio que viene a buscarme. Con un hacha levantada sobre mi cabeza, lista para bajar y cortar mi cabeza del cuerpo. O algún tipo de pica, atándome a ella para mostrar lo estúpida que podría ser una bruja como yo al mantener a un General del Infierno encarcelado en mi casa.
Las pesadillas destellan detrás de mis ojos. Lo único que puedo soñar es quemarme en los abismos del infierno que me rodean mientras los demonios se agolpan alrededor de mi agujero y me arrojan piedras, riendo mientras me golpean. Y en el centro de todo estaría Sol, mirándome con desprecio y venganza en sus ojos por haber sido finalmente liberado de mí.