Mi corazón late en mi pecho en el momento en que escucho la voz de Sol. Quiero llorar, quiero reír, quiero levantarme, acercarme a él y darle un puñetazo en la cara. Hay tantas emociones aflorando a la superficie que es difícil decidir sobre cuál actuar primero.
Cuando voy a levantar la cabeza, la mano de Somner aprieta mi cabello, obligándome a permanecer boca arriba. Su dura polla presiona mi pierna incómodamente, atrapándome en una posición extrañamente sexual.
"Sal de aquí, hombre". Somner llama desde el pequeño claro. "Ve a buscar tu propia bruja para golpear".
Mis manos presionan su hombro para sacármelo de encima. Lo matarán si sigue hablando así con mi demonio.
Sol suelta una risa oscura. “Creo que estás equivocado. Tienes a mi bruja”.