Empujé mis piernas tan rápido como me permitieron. Había cometido un terrible error. No era así como tenía que haber salido. Debería haberme mantenido firme y haberle creído. Nunca debería haber dudado de él.
"¡Eva!" Vincent me llamó. "¡Eva, espera!"
Sólo intentaría detenerme y ahora mismo, en lo único que podía pensar era en Zander. Empujé mis piernas con más fuerza y bombeé mis brazos más rápido. Necesitaba llegar hasta él. Ese era el único pensamiento que podía concebir; lo único en lo que podía pensar.
Avancé entre los árboles en dirección al valle. Si seguía a esta velocidad, llegaría al lugar en 30 minutos o menos. Si era capaz de cambiar a Susan, entonces sería capaz de moverme mucho más rápido. Pero todavía no tenía control sobre ella. No de la manera que necesitaba.
Para cuando llegué al valle, mi cuerpo estaba empapado en sudor y mis ojos tenían pánico intentando averiguar dónde podía estar Zander.