Punto de vista de Ayda
La habitación era una acuarela bajo la lluvia, los objetos moviéndose y fundiéndose unos en otros. Las líneas que les daban forma se movían ante mis ojos. Girando, girando, la habitación giraba. Me dolía respirar; duele serlo. Un calor, un fuego, una ruptura de los átomos, el tejido de mi ser, siendo consumido por la energía del universo. Me estaban destrozando, deshaciendo y reconstruyendo apresuradamente.
En lo que no sabía...
"Tranquila querida, ¿estás bien?" ¿Maud? “Sí, niña, soy yo. No te preocupes por tu chico; Yo lo cuidaré. Descansa un poco. Deja que el Llamado actúe a través de ti. Esta noche me sentiré mejor.
Está bien, está bien, todo iba a estar bien.
Dejo que la oscuridad me lleve.
***
"Creo que perdimos la trama por un tiempo".