**Krell**
Hace solo dos días, nos llevábamos muy bien. ¿Cómo llegamos a esto? ¿Mia realmente estuvo con Kasim?
¡Maldición! ¡Esto es realmente frustrante!
Es verdaderamente indignante.
Mia me pertenecía. Nadie podía arrebatármela.
Deseaba recuperar a Mia. Era hermosa, con una figura perfecta y un corazón noble.
Mis dedos se deslizaron hacia la cintura de Mia. Su piel era suave y delicada, como un pedazo de jade impecable.
Sin embargo, seguía sintiéndome molesto.
No podía soportar el hecho de que Kasim también hubiera tenido contacto con Mia de esta manera.
¡No! No permitiré que Kasim gane. Haré que Mia grite y se vuelva loca bajo mí, como aquella noche en la cueva.
Desabroché la blusa de Mia. No llevaba sujetador. Sus pechos suaves quedaron al descubierto. Se mecían al ritmo de su lenta y seductora respiración.
Incliné la cabeza y acaricié el pezón de Mia. Escuché su gemido.
—Una respuesta sincera... Me complació mucho.