*Oliver*
Caminé por mi habitación de hotel, atento a la llegada de los medios. Eventualmente me encontrarían. Llamé a Harper, pero su teléfono sonó y sonó hasta que recibí el mensaje de voz.
Miré el reloj y me di cuenta de lo tarde que era. De seguro estaba dormida. Quería hablar con ella, conocer su perspectiva y hacerle saber que nuestros planes estaban por un tiempo en pausa.
Le envié un mensaje de texto de seguimiento para que me llamara cuando pudiera. Suspirando y tirando mi teléfono a un lado, me acosté y traté de dormir un poco. Dando vueltas y vueltas, miré el techo y las paredes de esta sucia habitación de hotel con una cama doble hasta que una luz gris se filtró a través de la cortina polvorienta. Había elegido un lugar donde era menos probable que la prensa me encontrara; Estoy seguro de que tenían vigilados todos los hoteles decentes. Los paparazzi pueden ser brutales.
