Lacey se vistió con un vestido azul hasta el suelo que la hizo sentir como Cenicienta yendo al baile. Era sin tirantes y se ajustaba al corpiño y se ensanchaba en la falda y brillaba. Se dejó el cabello suelto pero se puso rizadores calientes y lo dejó caer en suaves ondas y rizos sobre sus hombros. Luego se puso unos zapatos blancos relucientes y estuvo lista.
En cierto modo, parecía extraño vestirse así solo para la cena. En el pasado, se habría puesto un vestido y lo habría llamado lo suficientemente bueno. Pero aquí, se esperaba una cierta cantidad de decoro. Mientras se miraba en el espejo, era como si estuviera jugando a disfrazarse... casi todas las noches.
Cuando entró en la sala de estar, Julien la estaba esperando y se puso de pie, vestido con un traje negro y una camisa blanca con gemelos, pero dejó el cuello abierto, optando por no usar corbata. Su ser lobo gruñó su aprobación.