Al segundo día, Waverly empezó a recuperar el estado de alerta y la conciencia de su entorno. Al cuarto día, había recuperado sus fuerzas y al sexto se sentía más como ella misma. Mientras se recuperaba, recibía a menudo la visita de Felicity, que le llevaba la comida y cualquier otra cosa que necesitara, así como la de Christopher, que seguía haciendo sus rondas para garantizar su seguridad, pero también su cumplimiento del plan en curso.
El destino que Christopher le presentaba. «quemarse bajo la Luna de Sangre», no era un resultado favorable, pero cuanto más conocía a Sawyer y a la manada Sombra Carmesí, más le parecía que irse tampoco era lo ideal.