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Chapter 2 - El salto

- ¡¡Mhmm!! – intenta gritar, abre su boca hasta que siente que se queda sin aire, pero no hay sonido, solo escucha su propio grito en su cabeza.

- Hey hey hey, tranquilo, aquí no te va a pasar nada – de nuevo esa voz suena, ahora como un eco a través de toda esta oscuridad.

En cuanto Apolo escucha eso, su cuerpo parece que se apaga, de repente deja de sentir cualquier cosa, mejor dicho, ha dejado de sentir desde su cuerpo a cualquier emoción, solo mantiene una cara neutra en ese momento.

- ¿Que esto? ¿Estoy muerto? ¿Quién me habla? – Por algún motivo su voz ahora si se escucha, aunque se siente como hablar en su mente, ya que no siente ni el movimiento de su boca o garganta.

Una figura poco visible aparece adelante, solo se logra apreciar una boca y mandíbula finas que parecen femeninas, el resto parece ser tapado por la misma oscuridad o por algún tipo de velo tan oscuro que no hace notar la diferencia.

- A pesar de no sentir nada suenas ansioso, humano, pero bueno, supongo que debo responder tus preguntas...

- ahora estás en un lugar al que ustedes llaman cielo, infierno, Valhalla, el Hel, Tártaro, Elíseo o muchos otros nombres que ustedes le ponen y antes de que te vuelvas loco de nuevo, no, no estás muerto por eso no hay nada, aunque para los ateos así es como termina de igual forma.

No entiendo una mierda

Pensó con una cara de que había inhalado algo poco sano

- Voy a ignorar ese gesto, no queda mucho tiempo, el motivo del porqué estás aquí es para cumplir con una tarea, influir con el destino de un mundo diferente al tuyo

.- ¿Cómo un isekai? – responde apolo con una expresión de sorpresa y emoción.

- ¿Qué? No. ¿Qué es eso?

- Eeh nada, ¿cómo se supone que haga todo eso y porque yo, o es que estoy soñando?

- no tengo respuesta para eso, solo cumplí al elegirte, lo que pase de ahora en adelante ya es cosa tuya, pero hay algo importante que debes tener en cuenta, yo... tengo varios nombres... jeje, pero me puedes llamar Tan- Justo después de decir eso se forma una sonrisa sádica que cubre todo lo que se podía ver de rostro, dientes negros y filosos, parecen bordeados con un púrpura.

Se le acerca hasta el punto de agarrarle a cara con ambas manos, donde una está hecha solo de huesos, logra ver sus ojos, son tan negros que dan la impresión de no tener nada. Vuelve a sentir su cuerpo al toque de sus manos solo para sentirse paralizado por dicha figura ante él.

- Tu existencia, tu nueva vida será para satisfacerme, tú eres el elegido por mí– al decir esto procede a empujar sus pulgares hacia sus ojos, haciendo que estos estallen.

- ¡¡¡Aaaagh!!! – Un dolor indescriptible que pasa cuerpo, siente como si cada nervio de su cuerpo estuviera destruyéndose y recreándose, algo ha cambiado dentro de él.

¡¡duele, duelee, ayuda!!

Se dice a sí mismo, ya que no puede soltar las palabras del dolor.

En el estado de ceguera en el que se encuentra, siente como si su cuerpo comienza a elevarse a una alta velocidad y de repente una explosión de luz frente a él.

- ¿Qué? ¡¡mis ojos!! - Se toca los parpados y se da cuenta de que todavía están ahí – Que alivio, creo que fue un mal sueño, creo que me dormí viendo algo de Dross o así... - después de tranquilizarse echa un vistazo a su alrededor y se da cuenta de que no está en un lugar para nada familiar.

- ¡¿Pero qué...?! - nota que está en algún tipo de bosque rosa, pero todo alrededor de él en 10 metros parece estar marchitándose o haciéndose polvo, dando un mejor vistazo debajo de Apolo hay un círculo extraño que parece de invocación.

- Esto, no puede ser cierto, ¿verdad? – ve como hay personas arrodilladas ante él, ya muertas y haciéndose polvo, parece que tienen un tiempo ahí por su estado de descomposición.

Con su mano temblorosa intenta sacar su celular del bolsillo de su pantalón, aunque hay batería parece que no hay nada de señal.

- B-bueno esto no está para nada bien... solo queda algo por hacer en esta situación...¡¡¡AYUDAAAAAAA!!!

Y así se puso a gritar a todo pulmón hasta casi quedarse sin voz, tras un rato y casi perder la esperanza, escucha como algo se acerca de entre los grandes árboles rosas.

De repente Apolo comienza a sentir pulsaciones en sus ojos, comienza a ver todo de un color blanco y negro, un aura roja sangre se ve por donde se escuchó los movimientos.

S-sea lo que sea, no se ve bien... ¡Y no pienso quedarme a averiguarlo!

Instintivamente, como si de una presa se tratara, empieza a correr en dirección contraria. Lo que sea que este del otro lado parece percatarse de la situación porque comienza a hacer berridos como si un venado fuera, pero con una distorsión grave.

- ¡No estoy en forma para esta mierda! – grita al sentirse en su límite, no ha corrido demasiado, pero su falta de ejercicio le está pasando factura y la criatura está extremadamente cerca de él, al punto de sentir su presencia en su espalda.

Mientras esquiva las ramas y árboles que se le atraviesan, el mundo vuelve a perder sus colores, sus ojos vuelven a pulsar y empiezan a llorar sangre esta vez.

Pero... ¡¡UGH!!

Apolo siente como si algo atravesara su abdomen con algo filoso, mira y ve unas garras que rápidamente suben hasta su cabeza y...

-Todavía no

El mundo vuelve a color y Apolo cae sobre sus rodillas debido al dolor y al mareo

Yo...

A unos pocos centímetros sobre su cabeza pasa una sombra solo para caer delante, una bestia llena de pelo color negro, el doble de alto que un humano, sus piernas parecen patas de venado y sus brazos son directamente como mazas con púas en ella, y su cabeza es el cráneo de un ciervo.

Apolo está al límite y ya no se puede mover y cuando parece que la bestia está por dar un golpe final... Un rayo que viene desde la derecha atravesando varios árboles empala al monstruo desde su pecho contra la tierra, revelando que el rayo era en realidad un tipo de lanza.

- JE, ALGUIEN TAN INDEFENSO COMO TÚ NO DEBERÍA ESTAR POR ESTAS ZONAS DE LA REGIÓN- exclama una voz fuerte y amable a la vez.

Una luz casi tan rápida como la del rayo de antes se acerca a recoger la lanza.

Desde el suelo, con la vista borrosa y la poca consciencia que le queda a Apolo, ve una figura imponente ante él, la espalda de un hombre negro y alto, llena de músculos y cicatrices, pero no se compara con su brazo que parece estar hecho de luces o rayos

.- Chico, no eres de aquí, ¿cierto? - Mira a Apolo con una cara de preocupación, sus ojos son amarillos y tienen una estrella en ellos.

Momentos después, Apolo pierde la consciencia.