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Después de salir del pabellón, William Cole preguntó a una enfermera al azar y se enteró de la ubicación de la sala de conferencias.
Entonces se dirigió directamente a la sala de conferencias.
El decano del hospital, los directores de todos los departamentos principales, estaban celebrando una reunión de elogios.
De repente, William Cole abrió de una patada la puerta de la sala de conferencias:
—¿Quién es el Dr. Blanca? —preguntó.
—¿Quién es? —preguntaron confusos.
—¿Qué estás haciendo? —cuestionó alguien.
—Estamos en una reunión, ¿qué pretendes? —interrogó otro con tono de enfado.
Todo el mundo en la sala de conferencias miró a William Cole con sorpresa, con rostros enfadados.
William Cole, encolerizado, dijo:
—¿Cómo funciona vuestro hospital? Mi madre fue atropellada por un coche y ahora está inconsciente. ¡Hay vidas en peligro! ¿Y ustedes aún tienen ánimos para tener una reunión aquí?
Todo el mundo en la sala de conferencias se detuvo, mirándose el uno al otro.
