—Esto... —Jackson Hayes, Silas Hayes y Harmony Carter se quedaron atónitos y sin palabras; no esperaban una reacción tan fuerte de Derek Jones.
Si hubieran sabido acerca de la gravedad de las enfermedades de Derek Jones y el dolor que sufría, su reacción no les habría sorprendido.
—¿Si te curo, todavía demandarás a Joshua Hayes? —preguntó William Cole.
Derek Jones negó rápidamente con la cabeza:
—Dr. Cole, si puede librarme de mi enfermedad, ¿por qué me importaría la familia Hayes?
—Bien, lo intentaré. —William Cole asintió gentilmente, no dijo nada más y permitió que Derek Jones se sentara.
Derek Jones se recostó en la silla de brazos de madera y, siguiendo las indicaciones de William Cole, puso las manos planas sobre los reposabrazos de la silla.
William Cole sacó rápidamente sus agujas de plata y comenzó la acupuntura para Derek Jones.
Bajo la atenta mirada de todos, insertó siete agujas en sucesión en las pantorrillas, hombros, columna cervical y pecho de Derek Jones.