—Tos... tos... —Bella tosió ante la pregunta de su madre. La pregunta de su madre casi la ahoga.
—Dios mío, madre, ¿dónde escuchaste eso? Lo siento, mamá, pero no estoy embarazada... —Ella sonríe.
Ahora Bella entiende por qué todos en la casa la tratan con mucho cuidado, como si estuviera embarazada.
Natalie Wright levantó ligeramente las cejas, mirando a su hija con una mirada aguda y confundida.
—¿No estás embarazada? ¿En serio? Pero, ¿por qué escucho que lo estás?
—No lo estoy. En serio, mamá, ¿quién te dijo eso? Necesito encontrarme con esa persona y regañarla... —Bella ahora tiene curiosidad por esa persona.
Natalie ignoró la pregunta de su hija y preguntó de nuevo:
—Pero tú y Tristan todavía querían darle una hermanita a Dax, ¿cierto?
Bella guardó silencio por un momento, tratando de procesar las palabras de su madre. Al mismo tiempo, recordó que Tristan había estado diciendo cosas similares últimamente, queriendo darle una hermanita a Dax cada vez que hacían el amor.