Qiao Lian sacó las fotos y preguntó casualmente a Xia Yehua. Luego se quedó mirando las fotos, atónita.
El Shen Liangchuan en las fotos se veía joven. Parecían ser de hace seis o siete años.
Estaba frunciendo los labios y se podía decir por la foto que no le gustaba hablar. Llevaba un suéter blanco y su color hacía que su rostro fuese aún más guapo. El chico estaba en sus veintes, en su fase rebelde. Tenía el pelo algo largo y en sus brazos había una guitarra. Sus ojos eran fríos, pero decididos.
Su mirada le recordó a Qiao Lian la primera vez que lo vio hace ocho años.
Entonces, ella acababa de terminar su relación, su familia estaba en crisis y ambos padres habían fallecido. Incluso su hermano, que se rompió las piernas cuando una columna de la casa cayó durante el incendio.
Se sentía como si todo el mundo se hubiera derrumbado sobre ella. Estaba completamente perdida y no sabía adónde ir.