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Shen Liangchuan caminó despacio hacia ella y la miró desde arriba.
Ella debía estar realmente cansada para estar durmiendo tan profundamente. Su ceño estaba fruncido, parecía como si tuviera problemas sin solución incluso en sueños.
Cuando su sedoso cabello negro estaba esparcido sobre el sofá, hacía que su pálida cara de porcelana se viera aún más blanca.
Sus labios rojo cereza estaban medio abiertos y su respiración era pareja. Se veía... realmente linda.
La mirada de Shen Liangchuan se volvía lentamente tierna.
Lo vio abrazándose a sí misma con sus brazos, así que subconscientemente caminó hacia un lado y agarró una manta. Después de cubrirla con ella, relajó su ceño cómodamente.
No pudo resistirse a su aspecto tranquilo y extendió su mano para acariciar su rostro.
De repente, lo golpeó un pensamiento: si el tiempo pudiera detenerse en ese momento, ¿no sería maravilloso?
