Parte 5: Demostración de poder
Pasaron unos días mientras el batallón se dirigían a la última ubicación de las bestias mutantes. El coronel Matthew, liderando el batallón, seguía discutiendo con los demás capitanes sobre las medidas a tomar en la batalla, así como el terreno y las formaciones.
Detrás de Matthew, había un enorme batallón con casi 1000 soldados de infantería y arqueros. Debido a la terrible derrota anterior, esta vez el ejército no ahorro en esta misión con tal de exterminar este peligro latente.
Cuando el ejército estaba en las cercanías del bosque, un explorador montado llego cerca del coronel Matthew, informando "Mi señor, he avistado un grupo de los lobos mutantes, pero hay diferencias con lo esperado." Dijo el explorador. "He avistado 20 lobos gigantes y, aparte de ellos, cerca de 50 pequeños lobos, que parecen ser crías."
Después de escuchar esto, Matthew asintió con la cabeza y comento "Parecen haber más de un solo grupo de estas bestias…" Sin embargo, el ejército se dirigió sin dudar a la ubicación, ya que la misión de purga debe realizarse.
Esta misión era extremadamente importante para la seguridad del reino, por lo que no escatimaron en sacrificios con tal de acabar con este problema de raíz.
No tardaron mucho en ser notados por las bestias. Estas se lanzaron sin el menor miedo hacia el ejército como una horda de bestias, dejando un marcado contraste con otros animales. Eran 21 lobos gigantes y 48 pequeños los que se lanzaron para enfrentar al gran ejército de casi mil hombres.
Los arqueros inmediatamente comenzaron a lanzar sus flechas, con algunas de ellas dando contra la dura piel de las bestias. Las flechas que chocaron contra los lobos gigantes, no hicieron más que rebotar y caer al suelo, mientras que aquellas que impactaron contra los más pequeños, llegaron a dañarlos levemente, dificultando un poco su movimiento.
Pronto, los lobos más grandes llegaron frente a la infantería, quienes tenían sus gruesos escudos levantados formando un muro, pero a diferencia de la anterior compañía, estos escudos estaban inclinados, apuntando para arriba a 50°, para soportar los golpes de frente.
Aun con estas medidas, la fuerza inmensa de las bestias fue suficiente para derribar a algunos soldados, quienes rápidamente fueron reemplazados. Detrás de estos escuderos, había otros soldados con lanzas largas, y entre las grietas de los escudos, ellos lanzaban fuertes golpes, con la intención de dañar a los lobos. Pero desafortunadamente, estos ataques apenas dejaron rasguños en la piel de los lobos.
Notando esto, el comandante, el coronel Matthew, grito una orden "Rodéenlos en todas las direcciones, escudos al frente y bloqueen sus movimientos, y los lanceros ataquen con todo."
Después de estas órdenes, los soldados rápidamente efectuaron sus movimientos, rodeando en poco tiempo a todos los lobos.
A través de esta formación, los lanceros llegaron a dañar gravemente a los pequeños lobos, mientras que los grandes seguían siendo muy resistentes. No paso mucho tiempo antes de que el primer lobo pequeño pereciera.
Los grandes lobos comenzaron a tener heridas en sus cuerpos en áreas menos protegidas, como las articulaciones, los ojos, la boca, etc. Notando esto, los lobos comenzaron a desesperarse, por lo que todos comenzaron a aullar fuertemente.
Este aullido fue tan fuerte que daño los oídos de algunos soldados cercanos, y se extendió por la distancia. Matthew noto este comportamiento extraño, pero solo podía centrarse en matar a todas estas bestias.
Aunque todo el batallón estaba en una formación de desgaste para las bestias, aun así hubo muchas bajas. La fuerza de estas bestias era horrible, pero eran pocas en número, por lo que pudieron reprimirlas apoyándose en la superioridad numérica.
El tiempo pasó, y pronto, el primer lobo grande cayó muerto, mientras que los muchos otros estaban seriamente heridos, y de los pequeños, solo quedaban cerca de 20. En este momento, el coronel escucho un fuerte ruido en el bosque cercano, seguido de un ligero terremoto.
Pronto, pudo avistar en la distancia un lobo enorme. Este tenía un suave y elegante pelaje negro, y sus patas eran muy poderosas pero delgadas, llenas de poder. Este majestuoso lobo, el cual media más de 5 metros de largo y 2.4 metros de alto, tenía sus brillantes ojos sangrientos mirando en su dirección.
Sintiendo la sed de sangre emanada de ese enorme lobo, la espalda de Matthew se empapó de sudor, y de inmediato sintió que algo horrible iba a pasar.
Aquel lobo enorme abrió su hocico en dirección al ejército, y un instante después, una brumosa nube negra salió disparada bajo alta presión hacia el ejército. Antes de que ningún soldado pudiese responder a lo sucedido, la nube negra abrió un terrible agujero entre el ejército, dejando un espacio de más de 15 metros lleno de cadáveres en descomposición.
Parecía que toda su carne se estaba corroyendo, y todos murieron unos segundos después. Todos los demás soldados que vieron esto se quedaron paralizados por el terror, tan rígidos como una roca. Matthew estaba boquiabierto ante esto, más de 30 soldados murieron en un abrir y cerrar de ojos, lo que le hizo sentir una terrible impotencia.
Pero este terror no iba a terminar así de fácil, unos momentos después, una bruma negra salió del enorme lobo. Esta bruma comenzó a condensarse en pequeñas bolas negras, las cuales salieron disparadas a cada uno de los cadáveres en el suelo, y unos instantes después de que entraron, estos comenzaron a temblar.
El enorme lobo dio un terrible aullido a los cielos, y junto con este aullido, los cadáveres comenzaron a dejar de temblar, y se levantaron lentamente, e inmediatamente se lanzaron a atacar a cualquier soldado cercano de manera desesperada.
Esto se sintió como una pesadilla para todos los soldados aquí. Estos eran sus compañeros, amigos e incluso hermanos, quienes fueron juntos para luchar, pero hace unos momentos, todos ellos se murieron por una nube venenosa, pero antes de poder procesarlo, se volvieron a levantar con sus cuerpos en descomposición, y ahora los están atacando.
"¡M-MONSTRUOS!" "¡¡¡AAAHHHHHHHHHHH!!!" Gritos desesperados inmediatamente aparecieron en la multitud, a pesar de ser soldados entrenados, jamás vieron algo tan terrible como esto. Por lo que no dudaros y salieron corriendo por sus vidas.
¿Pero, como estos demonios dejarían ir así a un festín tan lujoso? Inmediatamente, el enorme lobo lanzo un fuerte aullido, y en todos sus alrededores comenzaron a salir más lobos demoniacos, y se lanzaron a atacar a todos los que huían. El gran lobo no se quedó quieto, y se lanzó a una masacre terrible.
Su velocidad no tenía comparación, era más rápido que una flecha, y ni siquiera necesitaba un segundo para asesinar a alguien. De sus patas, sus garras comenzaron a crecer, hasta alcanzar un metro de largo, y las uso para matar a los soldados con más velocidad. Todo lo que estuviese a su alcanzó, perecía en instantes, como si estuviese aplastando simples hormigas en el suelo.
Matthew también corrió por su vida, huyendo junto con su caballo y los demás soldados, con la esperanza de sobrevivir. Pero por suerte, para Matthew, parecía que la diosa de la suerte estaba de su lado. Unos minutos después, Matthew estaba muy lejos del campo de batalla, pero ni por un momento detuvo su galopada a máxima velocidad.
En la cara de Matthew no había nada más que una expresión llena de terror y miedo, tan pálido que pareció perder toda su sangre. Mientras Matthew guía, grito con terror en su corazón "¡DEMONIOS! ¡ESOS SON DEMONIOS! ¿Qué PODEMOS HACER CONTRA ESO MÁS QUE HUIR CON EL RABO ENTRE LAS PATAS Y TRAGÁNDONOS LA HUMILLACIÓN?"
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Pasaron varios días desde el inicio de la expedición. Elías estaba firmando unos documentos en mano con una expresión triste, antes de escuchar un golpe en la puerta, seguido de un grito "¡Mi señor, tengo noticias urgentes!"
Corrigiendo su expresión, Elías dijo "¡Adelante!", segundo a esto, entro un oficial de menor rango diciendo "Tengo noticias urgentes del coronel Matthew". Elías tenía una expresión confusa "No paso mucho tiempo desde el inicio de la misión, como es que ya están de vuelta?"
Técnicamente, esta era una misión muy larga, con la idea de cazar a los varios grupos de bestias mutantes. El hecho de que Matthew estuviese de vuelta tan rápido fue muy extraño para él.
"Mi señor, el coronel Matthew, ha vuelto solo y está en un estado sensible y nos es muy complicado obtener información de él."
Elías se sobresaltó mucho con esto, pero pronto retomo la calma. Si bien Elías tuvo un feo sentimiento acerca de esto, primero debía obtener información de lo que paso. "Entendido, llévame a verlo." Dejando sus cosas en su escritorio, Elías se levantó, y fue a ver a Matthew a la sala de interrogatorios.
En el momento en que entro en la sala, se encontró al coronel Matthew sentado en una silla, apoyando sus brazos sobre la mesa y cubriéndose la cara con un ligero temblor.
El general Elías se sentó en la otra silla contraria, y le dirigió una pregunta "Coronel Matthew, ¿Ha ocurrido algo?"
Cuando Matthew escucho su pregunta, su cuerpo tembló más fuertemente y le dirigió una mirada aterrada al general, después dijo tartamudeando "d-demonios… son demonios…". Como si Matthew reviviese la escena que presencio se cubrió el rostro con fuerza murmurando "ese demonio… asesino a los soldados… y se levantaron con sus cuerpos podridos… y atacaron a sus compañeros"
Elías se veía sombrío por lo que escucho, y murmuro "¿mato a los soldados, y revivieron para atacar a sus aliados?.. ¡Imposible!"