Parte 7: Un encuentro afortunado
Pasaron los días mientras Johann, Hania y su grupo seguían su camino hacia su zona designada.
El grupo viajo a pie llevando consigo 2 pequeñas carrozas con suministros y necesidades.
Ellos vestían ropas de civiles normales, pero llevaban un distintivo en sus ropas y una delgada lanza de madera en sus manos.
Si bien fueron reclutados por el ejército, no les proporcionaron nada más que el distintivo, la lanza de madera y algunas simples explicaciones de lo que debían hacer.
Durante le viajé, en su mayor parte del tiempo era caminar por el camino desgastado en el suelo, y descansar de vez en cuando. Para sus comidas, tenían pan negro en sus carrozas, mientras que otros ingredientes se cogían de lo que había disponible en su camino. Por la noche, ellos montaban un pequeño campamento y dormían sobre una manta en la intemperie.
Les tomo 11 días en llegar finalmente al aldea Flosa, una vez llegaron, hablaron con los aldeanos sobre el decreto dado por el rey, por lo que todos lo el jefe de escuadrón comenzó a organizar los trabajos y la distribución del alimento de la aldea.
Después de un día de descanso después de llegar, comenzaron a trabajar y se distribuyeron por los alrededores del campo, y los exploradores se distanciaron para buscar la presencia de esas terribles bestias.
"Haih… que cansancio" se quejó Johann mientras caminaba por alrededor del campo mirando por los alrededores. "Nunca me imagine que me convertiría en un soldado, y peor aún, ir cerca de estos horribles monstruos…" dijo con una cara triste.
Johann quedo seriamente traumado por la masacre en su pueblo. Todos sus amigos y conocidos, a excepción de Hania murieron allí, por lo que, una vez que logro sobrevivir, deseo nunca volver a ver a esos horribles monstruos.
Y así, pasaron 10 días mientras Johann patrullaba los alrededores, y hoy era el día de entrega de suministros. El encargado del transporte esta vez era Johann, por lo que a pesar de sus quejas, no tuvo más remedio que recoger la gran carroza y comenzó su viaje solitario hacia la zona segura.
No tardo mucho tiempo en dejar las cercanías de la aldea, mientras cargaba la gran carroza llena de productos en su camino.
Johann viajo hasta que llego en un terreno boscoso, con varios árboles y plantas grandes, el camino usado para llegar a la zona segura estaba atravesando aquel terreno. Por lo que a Johann no le quedo más opción que ir.
Mientras cruzaba la zona, se podía escuchar el cantar de los pájaros, mientras que el sonido del viento sobre las hojas producían suaves melodías, que reconfortaban al cansado Johann, quien llevaba viajando por varias horas con una gran carroza a cuestas.
En medio de su ilusión escucho muy suaves sonidos de agitación en la distancia. "¿Qué fue eso?" se preguntó Johann mientras miraba los alrededores, pronto logro escuchar más claramente, sonaban varios gruñidos acompañados de varias pisadas.
Esto era claramente peligroso, Johann entendía esto, pero también sentía mucha curiosidad por lo que pasaba, pero finalmente tomo la tonta decisión de ir a ver que ocurría allí.
Dejando la carroza allí, se dirigió directamente a la dirección donde provenía el ruido. A medida que iba acercándose, los ruidos se volvían más fuerte, pero también Johann noto algo muy raro de esa dirección, cada tanto se podía ver un fuerte destello de luz blanca, algo que nunca había visto.
Cuando se acercó lo suficiente a esta área, Johann pudo distinguir el pelaje negro lustroso que aún permanecía fresco en sus recuerdos. Rápidamente, se asustó y se ocultó detrás de un árbol, pero no tardo mucho en notar que, en medio de varios de estos monstruos, había una joven señorita de alrededor de 16 años.
El joven Johann se sobresaltó a ver a la jovencita estar rodeada de tantos peligrosos monstruos. Johann pudo contar aproximadamente 11 lobos gigantes, haciendo que este se sintiese muy débil al ver a tantos monstruos tan peligrosos cerca de él. Si se hubiesen encontrado mientras estaba en el camino, habría muerto sin lugar a dudas.
Ahora, Johann estaba preocupado al ver a la jovencita en una situación tan peligrosa, y estaba considerando que hacer.
"No puedo dejarla sola… Pero no puedo hacer nada contra esas cosas…" murmuro con una cara triste y llena de impotencia. Era muy frustrante para el ser tan débil que no pudo salvar a sus amigos y conocidos en aquella ocasión, apenas sobrevivió de pura suerte, y ahora solo podía quedarse viendo a esa jovencita se despedazaba por una manada de terribles bestias con sus brazos atados.
Cuando los lobos se lanzaron a correr tras la joven, Johann pudo ver una brillante luz saliendo del cuerpo de esa joven, esta luz era tan blanca y brillante que parecía divina. Un momento después, la luz comenzó a parecer tangible, mientras esta cambiaba de forma, haciendo un brillante escudo alrededor de la joven, mientras que otra parte de la luz se condenó en una brillante lanza de luz en su mano.
Cuando los demonios chocaron sus garras contra aquel muro de luz en un intento de romper el obstáculo, se quedaron completamente quietos en el aire. Inmediatamente después, con un suave movimiento de la joven, apunto su lanza en dirección a uno de los lobos cerca del muro e inmediatamente ataco con ella. La lanza en la mano de la joven pareció atravesar el muro como si fuese aire, llegando a la cabeza del lobo y atravesándola de una vez.
Después de ejecutar a ese demonio, la joven saco la lanza a una velocidad que parecía humanamente imposible y la lanzo hacia otro lobo cercano. La lanza voló por el aire a una velocidad vertiginosa, incrustándose en el cráneo de otro lobo, lo que resulto en su muerte instantánea.
Johann, quien estaba mirando la escena desde la distancia, tenía su boca abierta en shock. No podía creer lo que estaba viendo "ningún humano debería poder moverse así" murmuro sus pensamientos involuntariamente.
La joven no se quedó quita después de matar a los 2 lobos. Después de soltar su lanza, su cuerpo nuevamente fue bañado por una luz cegadora, formando 9 brillantes espadas de luz flotando en su espalda.
Ella tomó una espada con cada mano, y con su cuerpo, aun bañado en la brillante luz, se lanzó inmediatamente como una flecha al frente, atacando a los lobos sin el menor miedo.
Un corte de cada espada, arrebataba la vida de un lobo mientras la propia espada se desintegraba en una brillante luz que quemaba al lobo cortado. No le tomo mucho tiempo matar a los 9 lobos restantes, con un corte cada uno.
La joven se quedó allí parada mirando los cadáveres de los demonios, pero luego volvió su mirada hacia la lejanía dentro del bosque, allí donde Johann estaba.
Johann tembló al verla mirando directamente en su dirección. Este miedo era diferente al de los lobos monstruo de antes, si no una combinación de admiración y temor. Ese brillante porte, e inmenso poder y magia, fue inimaginable para el pobre campesino de Johann.
Cuando la joven vio que Johann no iba a hablar, ella le pregunto en vos alta "Joven, ¿buscas algo?"
Después de una brusca sacudida, Johann salió lentamente del árbol, y tartamudeando, respondió "S-s-s-soy… soy J-Johann Crane"
"No te preocupes, no te haré nada Johann." Respondió la joven con una mirada serena. Viendo como ella no parecía querer hacerle nada, poco a poco fue calmándose, y después de unos segundo, logro preguntar "¿P-puedo hacerle una pregunta, mi señora?" dijo con inquietud Johann.
Viendo como la joven asintió, Johann le pregunto "¿Cómo hizo e-eso?, esa extraña luz que hizo armas…"
Ante esta pregunta, la señorita le dijo "¿Esto?" y, con su mano levantada, comenzó a emitir luz. Johann se sobresaltó al verlo, pero aun así lo miro con ojos brillantes, y exclamo "¡Si, eso!"
"Esto es mi magia." Dijo con claridad "Yo soy una cultivadora viajera, pero dio la casualidad de encontrarme con estos demonios, y como me atacaron, los asesine."
"¿Demonios? ¿Así se llaman?" pregunto en su confusión Johann.
"Sí, estos demonios son seres vivos que fueron corrompidos por algo, y se transformaron en demonios de uno de los 7 elementos."
Esto fue una gran revelación para Johann. Él no era más que un simple campesino antes de esto, y conocer unas bestias como estas, las cuales desafiaban su comprensión. Pero ahora, con esta revelación, ahora entendía de donde venían estos así llamados demonios.
Sin embargo, se puso a pensar en este punto. Si bien antes prácticamente no había estos monstruos, ahora comenzaron a aparecer cada vez más, hasta el punto de poner en peligro todo el reino.
Ahora, había aparecido un extraño humano, el cual tenía el poder de matar a estos invencibles demonios, por lo que, después de reflexionar sobre, Johann tomo una decisión muy importante.
Arrodillándose en el suelo, Johann dijo con una voz clara y fuerte "Mi señora, este humilde le ruega que le enseñe esa magia."
La joven se quedó allí, mirando al joven Johann arrodillado, y le pregunto después de un momento de silencio "El camino de un cultivador no es fácil, ¿Qué es lo que deseas hacer con ese poder si logras obtenerlo?, y, ¿Qué estarías dispuesto a dar por ello?"
Con una cara seria y mirando al suelo, Johann respondió con firmeza "Deseo poder ser capaz de defender a los humanos de esos terribles demonios. Ahora soy muy débil e incapaz siquiera de asegurar mi propia vida, menos la de aquellos que me rodean."
Y, luego de decir eso, levanto su cabeza y dijo fuertemente "¡Si usted tiene la amabilidad de enseñarme, le juraré lealtad de por el resto de mi vida!"
La joven volvió a quedarse en silencio, pensando en ello. Unos segundos después termino aceptando, y dijo "Está bien, te enseñaré."
Después de esto, se giró para mirar los cadáveres en el suelo, y dijo "Primero que todo, quiero que sepas que dentro de los cuerpos de los demonios se encuentra un núcleo de cristal, el cual es como el corazón de los demonios, y allí es donde se concentra la esencia elemental. Como primera tarea, debes sacar el núcleo de los demonios, ya que pueden ser utilizados para cultivar ese elemento"
Johann asintió con seriedad, pero dentro estaba eufórico. Ella le dijo que le enseñaría a poseer esa magia asombrosa, por lo que estaba más que feliz de hacer lo que le dijo.
Le tomo casi dos horas sacar los núcleos de todos los demonios usando un cuchillo que la joven le entrego. Después de entregárselos, Johann recuerdo algo, y pregunto "Mi señora, disculpe si le ofendo, pero ¿tendría la amabilidad de decirme su nombre?"
La joven respondió inexpresiva "Me llamo Alvina Oden" y ella continuo guardando los núcleos que el le entrego.