Cuantos pasos no he de dar, cuanto he de soportar y cuan debo lograr. Me gustaría decir que son ilusos, aunque solo es un gusto errado, sé que no es así. Un pacto que renovar cada que la batuta cambie me es algo ridículo de tratar, sin embargo, ya no estoy dispuesto a restar a más.
Un arreglo es lo único bueno que como ser con alma puede hacer, esa situación desalmada que provoque es algo que a ellos les gusta ver, estoy haciendo lo que no quería darles, por ende, esto debe de neutralizarse.
Sian Nilsson puede lograrlo, puede cumplirlo. La muestra de mi capacidad es algo que no puede manejar. No traicionará sin pagar el costo de ello, lo sé.
Me aleje de Borghild sin temer a que otra daga traspasara parte de mi cuerpo o que me raptaran en el intento. Claro que existía esa posibilidad, también lo pensaría si estuviera en su lugar.
«Debería volver a casa, el resplandor del sol no es eterno». —Pensé.
El sonido de los pasos de caballo se percibe a una distancia predecible, me detengo por un momento esperando el encuentro; primero su silueta lejana, después su collar y por último su apariencia, una distante de olvidar.
¿Cuánto tiempo ha sido?, aunque eso ya no tiene relevancia. Es Hiwa, no cabe duda; Mi intención no era encontrarnos, por otro lado, su camino nos llevaba a encontrarnos. Se notaba a una persona agotada, tensionada y algo… Cabizbaja.
—¿Eres el líder de los Destiny? —Pregunto, mientras señalo su colorido colgante— ¿O eres un consejero?
Esperaba que mintiera y diera una vuelta certera, no era momento para vernos o tan siquiera enfrentarnos, cara a cara.
—Depende, —Bajo del caballo y me observo tan fijo que me dio un extraño escalofrío por lo bajo de mi espalda; su aura se percibía violenta, después de detectar algo, concentro su mirada en mi hombro, dónde se localizaba aquella mancha de sangre seca, cuya herida ya había sido sanada— ¿Vienes como intruso o visitante?
Una pequeña expresión negativa fluyo sin desearlo y se desato en lo interno de mis ideas, una interrogante que no iba dirigida a una opción. Eso activo un embeleso que me negaba a retomar.
—Puede que ambas, —Retoce en mis palabras— aunque, depende de ti.
—…
—Líder.
Confirme lo que conocía; su posición y el rol que ocupa en esta conversación, no discutiremos como parientes, sino más bien, como partidarios y prontos rivales.
—Ya veo, —Soltó con un suspiro— esperaba recibirte de una sola manera.
El hombre extendió sus brazos como una invitación de afecto, un temblor de emociones desato mi molestia, ¿cuan falsos pueden ser los Khalid?
—No esperaba que el "peón", el papel que se supone que debo tomar de mi madre y el tuyo pudiera recibir un "falso amor". —Le mire y repudie hasta mi contestación, lo real y lo cruel que eran, era lo que destaco— Te incito a finalizar el acto simulado, Khalid.
—Sé que tu madre te lo contó, el cómo es que llegamos a esto y cómo es que se espera que esto culmine, Aza. —Cerro sus brazos— Cuando el desaparezca y los suyos consigo, podremos estar bien.
—"Los suyos consigo" —Enfatice— Según mi madre, soy como mi padre. Así que también… ¿Tendré que desaparecer?
—Suena cruel, mas no lo es. —Tomo una pausa repentina y se acercó un poco para poder tocar de mi cabeza— Cuando me enteré de tu nacimiento y se habló de que eras débil y común como nosotros, quise ir a pedirte para criarte. Intentaría lidiar por ti.
—…
—Juro a las Deidades que esa sería mí voluntad de no ser porque el joven de Borghild se profesaba tu nombre, aquel que contiene mi sangre. Quise ignorar que la visión que le concedieron las deidades era real, en cambio, fue una réplica a nosotros.
—¿Réplica?
—Sí, —se puso a mi altura y con palabras susurrantes expuso su locura— Tú, eres el siguiente en escoltar a tu padre a los infiernos y después de ustedes, tus hermanos irán uno a uno por el mismo sendero del averno.
—¿Acompañarlo? —Cuestioné suspicaz— ¿cuántas incongruencias escupirás?
—Sé que no podrás salvarlo, Beckham. —Menciono certero y señalo con su dedo índice y medial a mi dorso con tanta dureza— Sé que lo sabes, mocoso, así como también lo sé, encima tendré que cargar con el hecho de que a ti no te veré morir.
—Tú… —Interrumpió.
—Porque sé que no permitirás que reconozca tu caída —Quito su mano de mí y señalo a los cielos con ambas manos musitando con lleneza— Dasarha y Aza Beckham son dos historias distintas, aunque no lejos de distintos finales; Dasarha Morirá y tú también lo harás. Eso es un hecho. —miro amenazante y vocifero con tanto aborrecimiento— ¡Ellos de ningún modo permitirán que la desgracia venza a la virtud de la benignidad! ¡De mi te acordaras, Beckham!
—"Dasarha morirá", créelo si quieres. —Vocifere en oposición a su dicción— Yo objetare, no su final sino el de ella, Ara Khalid, la hija de mi tío, la que vio a través de sus ojos la muerte de mi padre. Ella cargara con el peso de un orbe que tiene como fin una tragedia y sé la daré con mucho gusto. Cobrare la "muerte" de mi padre arrebatándole la "vida" a tu hija. —exaspere con rabia incontrolable— ¡De mí evocaras y en el suelo imploraras no haber citado tu locura, soez!
Me distancié del humano indigno y le di la espalda, unas risas sin fin ahogaron mis oídos y un fuerte agarrón me giro a ver su indistinguible expresión plasmada en su cara.
—Aléjate. —Una voz ajena a la suya interrumpió esta distorsionada escena— Hiwa, suelta a esa existencia Infame.
—Este anciano… —Musite e cuestione— ¿Oíste todo eso no es así?, vejestorio.
Unas manos temblorosas de ira no cooperaban con soltarme, mire a Hiwa con una sonrisa y lo invite a seguir las órdenes del senil. Sus manos por fin me liberaron y con un abatimiento dentro de sí se distancio.
—No sé lo que eres, —Dijo— pero el daño que has provocado en Destiny no tiene reparo.
—¿Daño? —Alce una ceja incrédula— No he atacado a Nature.
—¡Lo hiciste! —Expuso— ¡Esa gente que atacaste en Borghild a llegado a nosotros! ¡has contagiado a más personas con esa…! ¡Repugnancia que emerge de ti!
No tenía idea de que mi arma secreta llegaría hasta Nature, o más bien, jamás pensé que la gente de Borghild corriera por ayuda a otro distrito y a ese clan en específico. El propósito no era ese, sin embargo, algo es seguro; causa y efecto o como yo le diría, el propia Karma.
—Solo hay una forma para terminar con la propagación y la enfermedad…, porque eso es. —provoque su atención y llegue a el punto final para terminar esta conversación— Hazlos arder, carbonízalos hasta tal punto en que ni siquiera sus cuerpos se logren distinguir en la tierra o unirse al aire —espute—, causales el sentir de las tinieblas de su castigo por codiciar mí, no, nuestras cabezas, viles idiotas.
Aquel decrepito evito que el Destiny se abalanzara en mi contra luego de sostener aquello, un último vistazo hacia su mirar me hizo percatarme de lo mal que podría estar la situación de aquel lado, más, ya no era acreedor de mí amparo.
—Tu alma…, ese color. —Mentó en una débil voz el viejo y en un susurro de sus labios pude distinguir la palabra— «Imposible».
Una sonrisa se dibujó en mi rostro y este la observó aterrado de la idea, a ambos nos quedó claro algo esta tarde, el hombre si era Hakan en un aspecto senil y este ahora sabía que un ser superior nació como un semi común en este mundo, algo irrealizable que resulto ser realizable.
—Magnifico ¿cierto? —mofé, a lo que después le susurré esperando que el me pudiera leer— No te inquietes, solo mi ser tiene el dominio de alcanzarlo.