El anciano cayó al suelo de la terrible noticia que le había dado; Cohibido de saber que su aprendiz del otro mundo, al joven que protegió y cuido, estaba aquí como otro ser coexistiendo nuevamente con él.
—¿Pasa algo? —Cuestiono Hiwa.
—Deberías llevártelo, el anciano se terminará por infartar acá.
—¡No! ¡Esto no puede estar pasando! —Vocífero el senil tratando de agarrarse de las manos de Hiwa, quien intentaba con fuerzas levantarlo— ¡Largo! ¡Veté!
La impresión era tanta, que por alguna razón me incomodaba. Esta situación se estaba alargando, no había tiempo, solo deseaba irme y regresar. Cuando di paso contrario a ellos, lo pude notar. Me estaba observando.
—¿Padre? —«Grandote»— ¿Qué haces aquí?
—Mi hijo no regresaba.
Su tono era distinto, su semblante reflejaba alivio, pero su mirada me mostraba su orgullo; una felicidad de haberme encontrado ¿vivo?
—Tu pediste que no interfiriera, así que no lo hice —Sonrío—, no obstante, jamás me impediste que te viera actuar, aunque sea de lejos.
—Tú, —Una emoción nerviosa saltó de mi pecho— ¿me estuviste observando?
El grandote se acercó a mi dirección y paso de largo poniéndose frente al anciano y del tío. Su hostilidad hacia ellos incremento y su distancia se acorto.
—¿Problemas en el paraíso? —Cuestiono el grandote a aquellos con una voz fuerte e intimidante— Por lo que oí, hay un revuelo allá. Parece que les llegó el infierno a danzar.
—Mi sobrino ocasiono un alboroto, —Dijo, fulminándome con la mirada— tal vez tu hijo deba ser obligado a reparar el daño que a provocado.
—Parece que eres sordo, él ya te dijo que hacer. —Se burlo de su tragedia— La muerte a los tuyos, es la única opción que te queda, ya que, como mi hijo lo dijo "su putrefacción ya es como la enfermedad". Una que un Destiny, jamás podrá enfrentar.
—Sabes por lo menos ¿qué es tu hijo? —El anciano dio un empujón atrás para Hiwa y se colocó delante de él— Porque ni tú mismo podrás con la sorpresa de saber quién es.
El vejestorio de Hakan se movió y se llevó de empujones a Hiwa, aquel que se negaba a darnos la espalda, por otro lado, tenía que acatar el consejo de aquel. Tras ver como desaparecían entre los árboles, el grandote volteó y miró con inquietud hacia mi dirección.
—El anciano ¿sabe algo que yo no? —Me observó fijamente— No empecemos con el pie izquierdo, Aza.
—¿Es necesario? —Interrogue— Me refiero a darme a la obligación de dar el paso con el pie malo.
—No soy como ellos, —Soltó— no abandonaré a mi sangre como los Khalid a ti.
—¿Escuchaste su plan? —este asiente— Quiere decir que oíste lo del pacto que me obligue a hacer y también sobre mamá y tú muerte inminente.
—Un Destiny puede...
—¿Ver un futuro? —Complete a lo que asintió— Suena como una estupidez, pero no es estúpido cuando existen tantos dones en este mundo. Las "Deidades" otorgaron eso hace muchos siglos, en cambio, ese poder ya no está entre nosotros de eso estoy seguro.
—Ese niño que vio a la hija del hermano de tu madre, la que vio mi muerte, me refiero a ¿cómo es posible?, si él es de las sombras.
—El orbe.
—¿ese cuento?
—Ya no es más un cuento, —me burlo sin el afán de molestarlo— sé que existen, como también sé que tú sabes quienes lo crearon.
—No estoy para bromas.
—¡Lo vi! —«lo sé todo, su formación, su vinculación, ubicación y el cómo provocar su destrucción»— Mamá tiene uno. Es por ello por lo que los distritos están empezando a movilizarse. El nacimiento de esa niña "Ara Khalid" hija de mi tío, es la culpable de que maté a mi madre. Si mi madre no hubiera sido destinada a ser una guardiana de ese artefacto, yo no estaría planeando sacrificar a mi madre.
—No lo hagas, solo hay que deshacernos de la niña.
—¡No cambiara nada si lo hago! —Vociferé— Los orbes juegan y jugarán, aun sí no obtienen lo que querían principalmente. Son como ellos, Dasarha. Caprichosos, egoístas, rufianes.
—¿Ellos? —Se desconcierta por un momento— No sé de qué me estas-
—Dijiste que no querías empezar con el pie izquierdo. —Musite en voz baja— Grandote.