Víctor y los demás se encontraban escondidos detrás de un árbol a cierta distancia de los guardias que estaban vigilando la entrada. Tenían la visión perfecta para acabar con ellos fácilmente, pero no lo hicieron porque tenían que coordinarse con Kevin, Sofía y Néstor que ya habían brincado la pared de la hacienda y se encontraban adentro.
El Cartel Salazar había mantenido la hacienda muy protegida por si alguien decidía molestarlos. Recientemente, ellos habían asesinado a los residentes del Cerro de Arteaga y secuestrado a sus mujeres, aunque creían que la policía no se daría cuenta hasta el día siguiente, ellos fueron precavidos ante cualquier imprevisto.
"¿Puedes acabar con ellos?" Pregunto Víctor.
Él sabía que los chicos nunca habían asesinado a una persona, así que estuvo preocupado al ser la primera vez que lo tendrían que hacer, en especial Arturo que tenía un sentido de justicia más fuerte que los demás.
Víctor y la policía creían que no era necesario mantener vivos a los criminales que amenazaran la vida de las demás personas, así que prefirieron acabar con ellos para evitarse problemas futuros. En especial teniendo en cuenta que el Cartel ya llevaba mucho tiempo haciendo este tipo de cosas y tuvieron mucho tiempo para rectificar su camino, y si siguieron haciendo lo mismo quiere decir que no son de los que se arrepienten.
"Creo que sí" Respondió Arturo mientras se mantenía apuntándole a los guardias con su arco.
Arturo no sentía duda o culpa por tratar de quitarle la vida a las personas del Cartel. Él sabía que ellos no eran las mejores personas del mundo, ellos habían matado a los residentes del pueblo recientemente, además de que mantenían a varias mujeres en la hacienda contra su voluntad, haciéndole cosas desconocidas. Por eso Arturo se mentalizó en no sentir lástima por ellos.
Después de unos minutos, Víctor recibió la confirmación de que Kevin y los demás estaban listos para comenzar. Entonces Víctor dio la orden: "Comiencen"
Después de escuchar la orden de Víctor, Arturo inmediatamente soltó la cuerda y la flecha salió volando hacia el guardia de la izquierda. Justo después de soltar la primera y antes de que la primera flecha impactara en su objetivo, Arturo había disparado la segunda flecha inmediatamente hacia el guardia de la derecha.
La primera flecha había logrado impactar la cabeza del primer guardia y matarlo, pero la segunda flecha había fallado y le había dado en el muslo al segundo objetivo. El guardia que había sido herido soltó un grito de dolor, después de darse cuenta de la situación trato de escapar, y avisarles a sus compañeros. Pero antes de que el guardia siquiera pudiera sacar la radio, este ya había recibido un disparo en la cabeza, haciendo que callera muerta al suelo.
Víctor le había disparado con una pistola con silenciador, al hombre que había sobrevivido. Él siempre estuvo preparado para que algo así pudiera suceder, así que pudo reaccionar inmediatamente cuando vio que Arturo había fallado su segundo disparo.
"¿Cómo se encuentran?" Pregunto Víctor por el intercomunicador cuando vio que a Arturo se vio afectado por haber asesinado una persona por primera vez. Pensó que tal vez había sido muy duro con los chicos y estaba preocupado por Kevin y Sofía.
"Estamos bien, logramos hacernos cargo de los hombres cercanos antes de que reaccionaran ante el grito. Al parecer el grito del hombre no alerto a los hombres que se encuentran más adentro, ya que siguen actuando con normalidad" Respondió Kevin por el intercomunicador.
"¿No te sientes extraño?"
"¿Extraño por qué?"
"Es la primera vez que asesinas a un ser humano, así que pensé que te afectaría el haberlo hecho" Comento Víctor.
"A te refieres a eso. Pues extrañamente no me siento muy afectado por eso" Respondió Kevin con normalidad.
"¿Y tu Sofía?" Pregunto dudoso Víctor.
"Al igual que Kevin, no me siento muy rara al respecto, quién sabe por qué"
(¡Qué extraño!) Víctor pensó que la reacción de Kevin y Sofía era extraña. En retrospectiva, le parecía más natural la reacción de Arturo.
"Está bien. Manténganse ahí, ahorita los alcanzamos." Dijo Víctor.
Después de decir eso, el grupo que se encontraba afuera fue hacia la entrada y brincaron la pared. Una vez adentro el grupo se reunió con Kevin y los demás, después de una rápida conversación continuaron con la misión de rescate.
El grupo continuo caminando hacia la casa señorial, mientras que se hacían cargo de los guardias que se encontraban cuidando del lugar. Después de varios minutos acabaron con todos los guardias que se encontraban afuera y llegaron a la casa señorial. El lugar se encontraba muy animado e iluminado, como si estuvieran teniendo una fiesta.
Después de una rápida discusión el grupo decidió como actuar: Kevin, Sofía, Néstor y Jose entrarían por la parte de arriba, Pablo y Jorge entrarían por la parte trasera, mientras que Víctor entraría por la puerta principal con Arturo y Valentina. El grupo de Kevin y Pablo se encargarían de entrar sigilosamente y buscar a las mujeres secuestradas.
Entonces el grupo comenzó a actuar. La hacienda contaba con varios balcones frontales, así que Kevin y los demás se subieron a ellos y por ahí entraron a la hacienda. Después de ver que los demás habían entrado a la hacienda, Víctor con los dos chicos se acercaron a la puerta principal tratando de entrar.
Cuando estuvieron en la puerta lograron escuchar a mujeres quejarse mientras los hombres las regañaban. Arturo no pudo soportarlo y trato de entrar para salvarlas, pero fue detenido por Víctor, ya que no podía dejar que actuara impulsivamente. Con una mente inquieta, Arturo pudo generar algunos errores y terminar haciendo algo fatal para la misión. Después de unos momentos Arturo se calmó y procedieron a entrar.
Cuando entraron no encontraron a ningún hombre, así que continuaron avanzando hacia el lugar donde provenía el ruido de las mujeres llorando. Después de unos momentos llegaron a la sala y ahí encontraron a varias mujeres bailando para unos hombres, mientras estos tocaban a otras mujeres en contra de su voluntad.
Pshh Pshh Pshh Pshh
Víctor inmediatamente le disparo a los hombres que se encontraban en la sala sin dudarlo, mientras le hacía señales a las chicas para que se mantuvieran calladas. Pero eso no fue efectivo, ya que una mujer se asustó tanto que termino gritando. El grito de la mujer termino alertando a todos los hombres que se encontraban en la casa, así que dejaron todo lo que estaban haciendo y bajaron a revisar que estaba pasando.
Ahora que su presencia había sido descubierta, ya no actuaron con tanto sigilo y comenzaron a acabar rápidamente con las personas del cartel que iban apareciendo en el camino. Víctor no pudo tener mucha movilidad porque tenía que proteger a las mujeres que había salvado con anterioridad.