"¡¡Deténganse en este momento o acabo con la vida de esta mujer!!" Un fuerte grito en la casa hizo que todos detuvieran lo que estaban haciendo y miraran hacia el origen de la voz.
Un hombre gordo y parcialmente clavo había salido de una habitación con una mujer en sus brazos, mientras le apuntaba con una pistola en la cabeza amenazando con su vida. La mujer se encontraba parcialmente desnuda y con varios hematomas en el cuerpo, al parecer ella sí había sido violada por el hombre gordo. La ubicación donde se encontraban en ese momento era en el interior de la casa, específicamente en un lugar donde había un pequeño jardín con una pequeña fuente en el centro.
Para este momento la mayoría de los hombres del Cartel se encontraban muertos, así que no tuvo más opción que recurrir a este método, esperando que pudiera funcionar con los policías que los estaban atacando.
(¡Perfecto! Ahora solo tengo que salir de aquí con vida y encontrarme con mi hijo que está en la ciudad Luna) El gordo se alegró al ver que su plan estaba funcionando y ya no lo estaban atacando.
"¡Genial! Porque no se me ocurrió hacer esto"
"Tienes razón, si hubiéramos hecho esto desde el principio no hubiéramos tenido que pasar por estos problemas"
"Qué buena idea tuvo Jefe"
"Así es, por algo es nuestro jefe"
"¿Se encuentra bien Jefe?"
El gordo calvo era Eduardo Salazar que era el jefe del Cartel. Los subordinados que aún quedaban con vida vieron que la estrategia de su jefe había funcionado, así que se acercaron con él utilizando a mujeres como rehenes.
"¿Ustedes son los únicos que quedan con vida?" Pregunto Eduardo al ver que solo 5 personas se encontraban con él.
"No lo sé, pero no creo que sigan con vida muchas personas" Respondió un subordinado.
"En realidad no importa. Creo que con nosotros es suficiente para escapar del lugar" Dijo Eduardo.
Unos momentos después, Eduardo hablo con Víctor y los demás que les estaban apuntando con un arma: "¿Qué les parece si nos dejan escapar y a cambio les entregamos a las mujeres?"
"Hm..." Víctor comenzó a pensar en la situación en la que se encontraban.
"¡¡Absolutamente no!! ¡No debes dejar que escapen, no me importa si tengo que morir, pero ellos no pueden quedar libr-!"
"¡Cállate!" Un hombre tuvo que pegarle a la mujer que había comenzó a gritar histéricamente, para que esta se callara.
La mujer se calló, pero aun así continuo mirándolo con ojos de odio. No cabe duda de que si la mujer pudiera, los asesinaba ella misma.
Víctor al ver lo que paso, pareció llegar a una decisión: "Está bien los dejaremos ir, pero deben prometer que no lastimaran a las mujeres"
Los hombres se pusieron felices y eufóricos ante la posibilidad de supervivencia, tanto así que bajaron la guardia momentáneamente y aflojaron el agarre de sus armas.
¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Kchk!
Víctor aprovechó el descuido de los hombres y les disparo a todos en la cabeza en rápida sucesión. Todas las balas lograron impactar en la cabeza de los objetivos antes de que pudieran lastimar a los rehenes, pero desafortunadamente la pistola de Víctor solo contaba con 5 balas en ese momento, haciendo que terminara habiendo un sobreviviente. Curiosamente es sobreviviente fue Eduardo Salazar.
"¡Maldición casi muero!" Eduardo se quejó nerviosamente, había alcanzado a escuchar como el arma de Víctor había disparado, pero se encontraba vacía, lo que quiere decir que sobrevivió de puro milagro.
Las chicas que anteriormente se encontraban siendo rehenes, escaparon del lugar al haber recobrado la libertad. Después de mucho esfuerzo las chicas se alejaron y ya no estaban a la vista.
"¡No volveré a caer en la misma trampa, así que quiero que bajen sus armas en este mismo momento, si no quieren que la mate en este mismo momento!" Eduardo le dijo a Víctor y a los demás mientras amenazaba con acabar con la vida de la chica.
Víctor y los demás bajaron las armas que tenían en las manos, ya que no querían poner en riesgo a la mujer.
"Ahora mantengan las manos arriba donde pueda verlas" Ordeno Eduardo al ver que le habían hecho caso. Después de unos momentos comenzó a caminar por el pasillo hacia la salida.
"¡Alto detente! ¡Baja el arma!" Demando Eduardo al ver que había llegado un joven con ellos.
Kevin aceptó y bajo la pistola mientras comprendía la situación. Después de unos momentos se levantó con las manos extendidas hacia el cielo mientras mantenía el cuchillo en su mano derecha.
"Baja también el cuchillo que tienes en la mano" ordeno Eduardo al ver aún mantenía el cuchillo en sus manos. Kevin se encontraba en el pasillo que daba a la salida, así que tendría que pasar a un lado suyo para poder escapar, por esa razón no quería arriesgarse.
"No creo que sea necesario que el chico tenga que dejar el cuchillo en el suelo, solo tienes que hacer que se aparte del camino para que puedas escapar con tranquilidad" Respondió Víctor.
"Tienes razón. Pero no está de más asegurarse, antes de que pueda pasar algu-" Eduardo volteo a ver a Víctor cuando este hablo. Pero antes de que terminara la oración el cuchillo que anteriormente se encontraba en la mano de Kevin, había perforado la cabeza de Eduardo y ahora estaba incrustado en la pared.
Kevin le había lanzado el cuchillo imbuido de qi a Eduardo que se había girado para hablar con Víctor. Eduardo no sintió peligro en su vida porque no hubo ruido, además de que Kevin no hizo grandes movimientos. Kevin solo necesitó lanzar el cuchillo con la fuerza su muñeca, su fuerza sobrehumana y la capacidad de penetración que gano el cuchillo al imbuirle el qi, fue suficiente para que el cuchillo viajara a una gran velocidad.
"¿Ya no hay más enemigos en la hacienda?" Pregunto Víctor al ver que Eduardo había muerto.
"No lo creo, y si los hay solo serán 1 o 2" Respondió Kevin.
"Busquen en todo el lugar cualquier sobreviviente que haya, acaba con los hombres y rescata a las mujeres. Después de media hora nos iremos del lugar" Después de decir eso, Víctor contacto a Francisco para que enviara el transporte necesario para las mujeres.
Después de 30 minutos el grupo se fue del lugar hacia la Ciudad. Los policías se hicieron cargo de las mujeres que habían sido maltratadas, mientras que los demás se fueron a su casa a descansar.
***
Al día siguiente el grupo fue nuevamente hacia la ciudad Plutón para continuar con la búsqueda del Rey goblin y cazar a las criaturas de los portales.