Mientras los magos se preparaban en el escenario, en las gradas del estadio, los espectadores murmuraban entre ellos, compartiendo sus opiniones y predicciones sobre el próximo combate.
"¡Ese chico está muerto! Le tocó pelear contra Lyria, ¡qué mala suerte tuvo ese muchacho!", exclamó un espectador, sacudiendo la cabeza con pesar.
"Es verdad, Lyria es una de las mejores magas del torneo. Su control sobre el agua es impresionante. No creo que Demon tenga alguna oportunidad contra ella", añadió otro espectador, observando con interés el escenario.
"Ella ha estado entrenando durante años y tiene mucha más experiencia", comentó una mujer mayor, con una voz llena de convicción.
Entre la multitud, Nami escuchaba atentamente los comentarios de los espectadores. Al oír la desconfianza y los juicios sobre Demon, su rostro se endureció.
"Estas personas no saben de lo que Demon es capaz", murmuró Nami para sí misma, cruzando los brazos con determinación. "Estoy segura de que él será el que salga victorioso".
Los murmullos y comentarios continuaron, con la mayoría de los espectadores mostrando su escepticismo sobre las posibilidades de Demon en el combate contra Lyria. A pesar de las dudas, todos estaban ansiosos por ver cómo se desarrollaría el enfrentamiento, esperando que fuera un espectáculo emocionante, independientemente del resultado.
Las luces se centraron en el escenario, y el comentarista tomó su micrófono, llenando el aire con su voz emocionada.
"¡Damas y caballeros! ¡El próximo combate promete ser uno lleno de emoción y sorpresas! ¡Prepárense para presenciar un enfrentamiento entre dos magos excepcionales!", anunció el comentarista, su entusiasmo resonando en todo el estadio.
"En el rincón derecho, tenemos a Lyria, maestra en el arte de la magia del agua. Su control y precisión son conocidos en todo Thalassar. ¡Es una contendiente formidable que ha dejado una marca imborrable en los corazones de los espectadores con sus habilidades extraordinarias!"
La multitud aplaudió y vitoreó mientras Lyria saludaba, una sonrisa confiada en su rostro, sus ojos centelleando con determinación.
"Y en el rincón izquierdo, presentamos a Demon, un mago especializado en fuego. Aunque es nuevo en la escena, no hay que desconfiar de sus habilidades. Su talento ardiente y su pasión desbordante lo han llevado a superar obstáculos y desafíos, llegando hasta aquí para enfrentarse a los mejores. ¡Está listo para encender la arena con su magia y demostrar su valía!"
El comentarista continuó, "¡Y en respuesta a los murmullos del público, Demon alza su brazo con fuerza, mostrando su determinación y confianza! ¡La energía en la arena es palpable, y estamos a punto de presenciar un combate que seguramente quedará grabado en la historia del torneo!"
El enfrentamiento comenzó con una tensión palpable en el aire. Lyria, con su gracia y elegancia, comenzó a conjurar sus hechizos. Murmurando palabras, deslizó sus manos en un movimiento fluido y lanzó: "Olas del Mar Profundo".
De repente, olas gigantes, con reflejos brillantes, surgieron del suelo, avanzando con velocidad hacia Demon. El público en las gradas se quedó boquiabierto, murmurando: "¡Qué increíble poder mágico!"
Demon, sin inmutarse, levantó su mano y gritó: "¡Llamarada de Dragón Divino!" Una llamarada intensa con forma de dragón surgió de sus dedos, avanzando con voracidad hacia las olas, evaporándolas en su camino. Los espectadores se levantaron de sus asientos, aplaudiendo y ovacionando al joven mago por su impresionante contraataque.
Lyria, con una sonrisa astuta, creó un escudo de agua, que bloqueó la llamarada de Demon. Sin perder tiempo, continuó con su siguiente hechizo, "Tornado del Abismo". Un remolino de agua se formó alrededor de Demon, buscando arrastrarlo y desorientarlo. Los gritos y aplausos de los pobladores llenaban el estadio ante el espectáculo de la fuerza del agua en acción.
Pero Demon tenía sus propios planes. Con un movimiento rápido, invocó "Bolas de Fuego", lanzando múltiples esferas ardientes hacia Lyria. La audiencia se mantuvo en vilo, viendo cómo Lyria esquivaba con agilidad cada bola de fuego, dejando tras de sí pequeñas estelas de vapor.
Lyria, impresionada por la resistencia de Demon, decidió aumentar la intensidad. Extendió sus brazos y proclamó: "Cascada Celestial". Gotas de agua pura, brillantes como estrellas, descendieron del cielo, cada una más fría y penetrante que la anterior, amenazando con derribar a Demon. Los espectadores se quedaron sin aliento, observando el poderoso y majestuoso ataque de Lyria.
El estadio retumbaba con la emoción de la batalla. La tensión entre Demon y Lyria crecía con cada hechizo lanzado y cada defensa ejecutada. Los dos magos se miraban fijamente, con una determinación feroz en sus ojos.
Lyria, con sus cabellos ondeando al viento, sonrió con confianza y dijo, "Parece que tienes algo de fuego en ti, pero el agua siempre encuentra su camino". Extendió sus manos hacia Demon y pronunció, "Reflejo Acuático". El campo se llenó de espejos de agua que reflejaban la luz del sol, creando un efecto deslumbrante.
Demon, al ver los espejos, se dio cuenta de que cada reflejo de Lyria se movía y lanzaba hechizos propios. Con habilidad, comenzó a lanzar sus bolas de fuego hacia los espejos, intentando romperlos. Mientras lo hacía, Lyria aprovechó la distracción y conjuró "Prisión de Cristal", formando cadenas de cristal que intentaban atrapar a Demon.
"Agradable truco", murmuró Demon, quemando las cadenas con pequeñas llamas que salían de sus dedos. "Pero ¿qué tal esto?", dijo, levantando sus manos hacia el cielo y gritando, "Estrellas Ardientes". Del cielo descendieron estrellas que brillaban con fuego, cayendo como meteoros hacia Lyria.
Lyria, ágilmente, creó un muro de agua frente a ella, intentando detener los meteoros. Sin embargo, algunos lograron atravesar y golpear el suelo, creando pequeñas explosiones que iluminaban el estadio con destellos de luz.
"Es impresionante", admitió Lyria, mientras conjuraba "Cascada Celestial". Una gran cascada se formó detrás de ella, con agua fluyendo y rodeándola en una danza acuática, intentando desorientar a Demon.
Demon, con una sonrisa astuta, se preparó. Con un movimiento rápido, invocó "Tormenta de Llamas". Un remolino de llamas se formó alrededor de Lyria, contrarrestando su cascada y envolviéndola en llamas.
Mientras los hechizos se encontraban en el aire, Demon y Lyria se comunicaban a través de sus miradas. A pesar de la intensidad de la batalla, ambos magos reconocían el talento y habilidad del otro. Esta batalla no era solo una demostración de poder, sino también un intercambio de respeto y admiración mutua.
El estadio estaba en silencio, excepto por los choques de magia y las voces ocasiones de los magos. La multitud estaba absorta, siguiendo cada movimiento, cada hechizo, cada gesto de los dos poderosos combatientes.
La batalla entre Demon y Lyria continuaba, y cada hechizo lanzado era más impresionante y poderoso que el anterior. La arena estaba llena de energía mágica, iluminando el estadio y dejando a todos los espectadores al borde de sus asientos.
Lyria, con su gracia y confianza, miró a Demon y dijo, "Parece que necesitas un poco más de desafío". Con un gesto elegante, susurró, "Ola Devastadora". Del suelo brotó una gran ola de agua que avanzó hacia Demon con una fuerza impresionante, amenazando con arrastrarlo.
Demon, sorprendido por la magnitud del hechizo, rápidamente invocó un muro de fuego para protegerse. Sin embargo, la ola era poderosa y logró extinguir parte de su barrera de fuego, dejándolo vulnerable.
Demon, mostrando una determinación feroz en su rostro, respondió con firmeza: "No te confundas, Lyria. Aún tengo más para mostrarte".
Extendió sus manos y conjuró "Explosión de Dragones Gemelos", lanzando dos enormes dragones de fuego hacia Lyria. Los dragones rugieron y avanzaron con determinación, creando una estela de llamas detrás de ellos.
Lyria, con una sonrisa juguetona, hizo un gesto circular con su mano y exclamó, "Ciclón de Mar". El agua se levantó en espirales alrededor de los dragones de fuego, intentando apagarlos. A pesar de los esfuerzos de los dragones por mantenerse fuertes, poco a poco fueron consumidos por el ciclón, apagándose y desapareciendo en el remolino acuático.
Demon, al ver sus dragones derrotados, sabía que necesitaba intensificar su juego. Respiró hondo y canalizó más energía, preparándose para su próximo hechizo.
Lyria, viendo la determinación en los ojos de Demon, sonrió y dijo, "Vamos, muéstrame lo que tienes". Sin esperar su respuesta, conjuró "Tifón Aplastante". Un gran tifón de agua se formó sobre Demon, descendiendo con fuerza sobre él, amenazando con aplastarlo con su peso y poder.
Demon, sintiendo la presión del tifón, sabía que tenía que actuar rápido. Concentró toda su energía y lanzó "Inferno Draconiano", creando una esfera de fuego ardiente que se elevó hacia el tifón. El fuego y el agua chocaron, creando una espectacular exhibición de vapor y choque elemental en el cielo.
A pesar de su esfuerzo, Demon estaba claramente en una situación difícil, luchando contra la superioridad de Lyria. Sin embargo, su determinación y pasión por la magia de fuego no disminuían, y estaba decidido a darlo todo en esta batalla épica contra Lyria.
La multitud observaba con asombro y emoción, cada hechizo lanzado alimentando su entusiasmo. Los comentarios no cesaban:
"¡Increíble! ¡Lyria está dominando!"
"¡No puedo creerlo! ¡Demon está realmente luchando contra viento y marea!"
Nami, con sus ojos fijos en la batalla, apretó los puños. "Espero que Demon pueda darle la vuelta a esto", murmuró para sí misma. "Sé que puede hacerlo".
Mientras tanto, en las sombras, los Portadores seguían observando con interés. La intensidad de la batalla, la habilidad de ambos magos, y esa aura familiar que rodeaba a Demon los tenía completamente cautivados.
Oráculo, con su ceño fruncido, comentó: "Lyria es sin duda poderosa, pero hay algo en Demon que me recuerda a alguien que conocí hace mucho tiempo. Es como si estuviera canalizando un poder ancestral".
Terraviento asintió, "Estoy de acuerdo. Hay una conexión más profunda aquí que simplemente una batalla entre dos magos talentosos".
A medida que la batalla avanzaba, los hechizos se volvían más deslumbrantes y espectaculares. Demon, aunque superado en momentos, mostraba una resistencia y determinación inquebrantables. Sus hechizos de fuego se volvían más intensos, mientras que Lyria, con su magia de agua, respondía con una gracia y habilidad sin igual.
La arena temblaba con la fuerza de los hechizos, el aire se llenaba de energía mágica y el público se mantenía en vilo, sin saber quién sería el vencedor de este enfrentamiento épico.
El comentarista, intentando mantenerse al día con la acción, exclamó: "¡Vaya batalla estamos presenciando! Ambos magos están dando lo mejor de sí, demostrando una maestría increíble en sus respectivas magias. ¡Es imposible predecir quién saldrá victorioso de este enfrentamiento!".
La tensión era palpable, y el destino de la batalla seguía siendo incierto. Ambos magos estaban decididos a luchar hasta el final, y el estadio entero se llenaba con el sonido de choques mágicos, rugidos de dragones y el crepitar de llamas y olas.
La batalla entre Demon y Lyria continuaba extendiéndose, cada momento añadiendo más intensidad y emoción. Los magos en el campo de batalla estaban totalmente inmersos en su enfrentamiento, pero en las gradas, los comentarios no se detenían.
"¡Vaya, esa chica Lyria tiene un control impresionante del agua!", exclamó un espectador con ojos deslumbrados.
"¡Pero no subestimes a Demon! Esa última bola de fuego estuvo cerca de derribarla", respondió otro.
En ese momento, Nami se levantó de su asiento, sus ojos llenos de determinación. "¡Vamos, Demon! ¡Sé que puedes hacerlo!", gritó, animando a su compañero desde la distancia.
Entre los Portadores, la emoción también estaba en aumento. Luminthar, el Espíritu de la Luz y la Oscuridad, comentó: "Esto es más que una simple batalla de magia. Hay algo en la energía de Demon que no puedo ignorar. Es como si estuviera canalizando poderes ancestrales".
El Portador de Terraviento asintió, "Tienes razón. Esta batalla es un reflejo de la eterna lucha entre el fuego y el agua, entre la pasión y la gracia. Pero no puedo evitar sentir que hay algo más en juego aquí".
Oráculo, siempre el más reservado, observó detenidamente. "La magia es impredecible, y aunque Lyria tiene la ventaja en este momento, no descarto a Demon. La verdadera fuerza a veces reside en el corazón y el espíritu, no solo en la habilidad mágica".
Mientras tanto, en el campo de batalla, Demon y Lyria seguían lanzando hechizos espectaculares. Cada uno mostraba su habilidad y maestría, pero también su respeto y admiración mutuos. A pesar de estar en lados opuestos, ambos reconocían la fuerza y el talento del otro.
El estadio estaba lleno de energía, cada espectador emocionado y en anticipación. La batalla entre Demon y Lyria se había convertido en el evento central del torneo, y todos estaban pegados a sus asientos, esperando ver quién se llevaría la victoria en este enfrentamiento épico.
Lyria, invocó "Torrente Celestial". Una serie de chorros de agua, tan duros como el acero, se lanzaron hacia Demon, buscando atraparlo en una prisión acuática. Demon, reaccionando rápidamente, esquivó ágilmente, dejando una estela de chispas en su camino.
"No te dejaré tomar la ventaja tan fácilmente", dijo Demon con determinación, convocando "Anillo de Llamas". Un círculo de fuego rodeó a Lyria, crepitando y rugiendo como una bestia hambrienta. Lyria respondió con un rápido movimiento de su mano, disolviendo el anillo con "Manto Acuático", un escudo de agua que protegía de los embates del fuego.
En las gradas, los comentarios seguían. "¡Esto está alcanzando niveles que no esperaba! ¡Ambos están desatando sus mejores ataques!", exclamó un espectador emocionado.
Nami, con los puños apretados, murmuró para sí misma, "Demon, ¡tienes que encontrar una forma de superarla!"
De vuelta en la arena, Demon y Lyria parecían estar en una danza mágica, cada uno anticipando los movimientos del otro. Demon concentró su energía y lanzó "Explosión Infernal", una explosión de fuego que cubría una gran área. Lyria contrarrestó con "Espejos del Mar", creando espejos de agua que reflejaban y desviaban el ataque hacia el cielo.
Lyria, aprovechando la distracción, gritó, "Vórtice Cegador". Un torbellino de agua
La energía en la arena se sentía casi físicamente, como una tensión palpable que envolvía a todos los presentes. Los dos magos, Demon y Lyria, se encontraban mirándose directamente a los ojos, el sudor y el agotamiento evidentes en sus rostros.
Ambos magos, con una determinación feroz, comenzaron a canalizar su última reserva de energía para su hechizo definitivo. Un resplandor intenso comenzó a emanar de sus manos, cada uno concentrando su poder en un punto focal.
Los espectadores en las gradas estaban en silencio, capturados por el momento, con la respiración contenida, esperando el desenlace de esta batalla épica.
Lyria, gritó con todo su ser, "¡Demonnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn!" Su voz resonó en todo el estadio, llena de emoción y determinación.
Demon, sintiendo la intensidad del momento, respondió con un grito igualmente potente, "¡Lyriaaaaaaaaaaaaa!" Su voz se mezcló con la de Lyria en un coro de energía cruda y poder desatado.
Ambos magos corrieron hacia el centro a una velocidad impresionante, la distancia entre ellos se acortaba rápidamente. Los dos hechizos, uno de fuego y el otro de agua, chocaron en un estallido de luz y energía, creando una explosión que iluminó todo el estadio.
La explosión fue tan intensa que una onda de choque se sintió en toda la arena, haciendo que los espectadores se tambalearan y se cubrieran instintivamente. Cuando la luz se desvaneció y el polvo se asentó, lo que quedó fue un cráter humeante en el centro de la arena.
La tensión en el estadio era palpable mientras todos esperaban, conteniendo la respiración, para ver quién había salido victorioso de este enfrentamiento final.
envolvió a Demon, dificultando su visión y movimientos. Demon, luchando contra la ceguera momentánea, invocó "Llamas Danzantes", creando serpentinas de fuego que cortaban a través del vórtice, disipándolo.
Mientras la polvareda comenzaba a disiparse, un breve momento de silencio envolvía la arena. En ese instante, la mirada de Lyria se desvió por un momento, perdida en recuerdos que sólo ella podía ver.
En su mente, los recuerdos se desenrollaban como páginas de un libro viejo. Recordó los días en que era una joven maga, luchando con hechizos simples, pero siempre con el deseo ardiente de mejorar. Su padre, un mago de habilidades modestas pero de corazón valiente, había sido su mayor inspiración. Aunque no tenía el talento innato que otros magos parecían poseer desde el nacimiento, su padre le enseñó que con esfuerzo y determinación, podía superar cualquier obstáculo.
Recordó las tardes en las que practicaban juntos, su padre alentándola a no rendirse, a seguir intentándolo una y otra vez hasta que lo lograra. Aunque había momentos de frustración y lágrimas, el apoyo y la fe de su padre nunca flaquearon. Fue su amor y confianza lo que le dio la fuerza para seguir adelante, para nunca dejar de creer en sí misma.
Sacudiendo la cabeza para sacar esos recuerdos de su mente, Lyria regresó al presente, pero su cuerpo mostraba los estragos de la batalla. Inconsciente, yacía en el suelo, su respiración tranquila pero agitada por el esfuerzo.
Demon, aunque exhausto, se mantenía de pie, respirando con dificultad pero con una mirada de determinación y respeto hacia Lyria. Ambos magos habían dado todo de sí en esta intensa batalla.
El comentarista, rompiendo el silencio, anunció con voz emocionada: "¡El ganador es... Demon!"
El estadio estalló en aplausos y vítores, reconociendo el esfuerzo y la habilidad de ambos magos. Demon, con una expresión de respeto hacia su oponente, levantó su brazo en señal de victoria, pero su mirada se dirigía hacia Lyria, mostrando un profundo respeto por su valentía y habilidades.
Así concluía una batalla épica, dejando a todos en el estadio con emociones a flor de piel y ansiosos por lo que vendría a continuación en el torneo de magos de Thalassar.
¡CONTINUARÁ!