—¡Imposible! ¡Imposible! Si Ji Zhihan hubiera recordado, nunca se habría quedado con Su Yin, ¡habría elegido estar conmigo!
—¿Cuánto tiempo más vas a seguir engañándote?
—No es autoengaño...
—Olvídalo, no quiero discutir más contigo. Todos pueden ver cuál es la verdad. Vine aquí para ver si aún estabas viva. Si hubieras muerto, habría cuidado de tu cuerpo amablemente. Si estás viva, solo espera enfrentar el castigo legal —dijo Shen Feiwan con calma.
Realmente no había nada en Shen Feichi que mereciera simpatía o indulgencia.
Shen Feiwan se fue.
No había necesidad de perder tiempo con ella.
Ver su situación actual era suficiente.
Nunca podría revertir la situación en el futuro.
Al irse Shen Feiwan, sus pasos se detuvieron, entonces dijo —Por cierto, Su Yin está embarazada. Los niños son de Ji Zhihan, gemelos, ya tienen más de tres meses.
Dejó caer esa declaración.
Shen Feiwan se fue sin mirar atrás.
Escuchó detrás de ella el grito desgarrador de Shen Feichi.
