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—¿Qué? —Lin Nuannuan pensó que había escuchado mal.
¿Ni siquiera habían salido y ya iban directo a la tumba?!
—Casarnos —Huo Xu dijo—. Quiero casarme. ¿Te casarías conmigo?
—¿No es esto demasiado rápido?
—Sin ti, cada día se siente como una eternidad.
—¿Hablas en serio?
—Sí —Huo Xu asintió—. No quiero darle oportunidad a nadie más.
—Pero...
—Sin peros —Huo Xu dijo—. En esta vida, si alguna vez te decepciono, me romperé mis propias piernas.
Lin Nuannuan estaba desconcertada.
Su corazón latía rápido, pero no podía tomar una decisión.
Huo Xu no le dio a Lin Nuannuan la oportunidad de resistirse, la levantó en sus brazos.
—¿Qué haces? —Lin Nuannuan estaba asustada.
—Ahora vamos a casa a buscar nuestras identificaciones y el libro de registro familiar.
—La oficina de asuntos civiles todavía no está abierta.
—Esperaremos a que abra.
...
¿De verdad debería estar tan loca?!
Lin Nuannuan fue llevada por la nariz por Huo Xu en un estado de aturdimiento.
