—No —Shen Feiwan frunció el ceño.
—A partir de ahora, te perseguiré oficialmente —dijo Fu Shiyan, haciendo una pausa después de cada palabra.
—¿Has bebido demasiado?
—Estoy completamente sobrio.
—Fu Shiyan, estamos divorciados, hace ya cinco años. ¿De repente quieres perseguirme? ¿Qué, acaso Bai Zhi no te dio la vida que querías, te arrepientes ahora?
—Nunca hubo una Bai Zhi. Siempre ha sido solo entre nosotros... Fui yo que no fui lo suficientemente firme y valiente.
—No quiero escuchar tus supuestas historias. Fu Shiyan, solo volví por negocios, no para discutir de amor contigo —Shen Feiwan lo rechazó rotundamente.
—No importa. Puedes seguir con tus negocios, y yo seguiré mi amor. No entran en conflicto.
Shen Feiwan se quedó sin palabras.
¿Cuándo se volvió Fu Shiyan tan desvergonzado?!
—¿Ni siquiera has considerado que podría no estar soltera? —Shen Feiwan le preguntó a Fu Shiyan.
Los delgados labios de Fu Shiyan se apretaron inconscientemente.