La noche empezaba a oscurecerse.
Fu Shiyan había estado esperando en casa.
No fue hasta las nueve de la noche que Fu Shiyan recibió de Am Son la llamada con la supuesta ubicación de la transacción.
El lugar resultaba estar a al menos 50 minutos de los suburbios de Ciudad Rong. Am Son no le había dado tiempo extra para prepararse.
—¡No intentes ningún truco! —soltó Am Son y colgó.
Al dejar su teléfono, él volvió su mirada hacia Shen Feiwan.
—¿Crees que Fu Shiyan intentará algún truco? —preguntó.
—Eso es entre tú y él. No deberías preguntármelo. —dijo Shen Feiwan con franqueza.
—¿De verdad no tienes expectativas?
—Temo decepcionarme.
—Parece que veo la sombra de tu madre en ti —declaró de repente Am Son, profundamente.
Shen Feiwan sonrió con sarcasmo.
—No tienes derecho a mencionar a mi madre.
—En efecto. —Am Son estuvo de acuerdo sin rodeos.
Se levantó y se alejó de Shen Feiwan.
—Am Son. —Shen Feiwan lo llamó.
—¿Algo más?
—¿No me vas a llevar? —preguntó Shen Feiwan.