En la conferencia de prensa, Fu Shiyan y Bai Zhi aparecieron juntos ante las cámaras.
Vistiendo un traje negro, Fu Shiyan aún mantenía su comportamiento calmado y contenido que emanaba un encanto irresistible.
Bai Zhi, como de costumbre, llevaba su vestido blanco de hada, dando una impresión de inocencia y ausencia de daño.
En el momento en que los dos aparecieron,
los periodistas se volvieron inquietos.
Y la avalancha de comentarios en línea se volvió loca
—Caramba, a pesar de que realmente no me gustan los sinvergüenzas como Fu Shiyan, ¡debo admitir que el hombre es guapo!
—¿Puede el camarógrafo por favor no enfocar en la cara de Fu Shiyan? Mis valores se están distorsionando.
—Incluso su perfil bastaría, me está quitando el aliento.
—Veamos cómo este par de adúlteros se explica.
—Fu Shiyan, no me decepciones. Aunque seas extremadamente guapo, ¡aún protestaré contra ti!
Los periodistas en el lugar comenzaron a hacer sus preguntas ansiosamente
