—Todo lo que hago con Shen Feiwan, por muy indecoroso que parezca a los ojos de los demás, es totalmente legal —Fu Shiyan pronunció cada palabra lentamente.
—¡Tú! —Lin Nuannuan se quedó sin habla ante la réplica de Fu Shiyan.
—Además, comunicarme con una dama soltera como tú no merece mi tiempo —terminó abruptamente la llamada.
¡La ira se hinchó dentro de Lin Nuannuan hasta el punto de la detonación!
¡Cómo se atreve Fu Shiyan a llamarla "perro soltero"!
¡Maldita sea!
¿¡No sabe que la fila de hombres que la persiguen se extiende hasta París?!
¡Simplemente no los ha considerado a la altura!
...
Fu Shiyan colgó el teléfono de Shen Feiwan.
Aún sostenía en su mano la botella de agua mineral que él le había dado.
¿Estaba tan exhausta que podría quedarse dormida así?!
En algún lugar profundo de su corazón, se agitó un pequeño sentimiento.
Se inclinó y le quitó la botella de agua.
El ceño de Shen Feiwan se frunció ligeramente.