—No es como estar en casa donde puedo holgazanear como quiera.
Cindy giró su cuerpo hacia un lado, apoyándose en el cabecero de la cama y jugueteando al tirar de la manga de Adrian.
—Incluso si no me tiraras, aún estaría mirándote —Adrian bajó la cabeza, sonriendo.
—Dime honestamente, ¿cuándo empezaste a tener intenciones conmigo? —Cindy levantó la barbilla, ligeramente apenada pero aun así preguntó.
—¿Fue la primera vez que nos conocimos cuando comenzaste a idear planes para mí? —Cindy alzó las comisuras de sus ojos.
¿Acaso a este hombre le había ocurrido el amor a primera vista?
—Es aceptable —Cindy levantó la mano y se pellizcó la mejilla, pensando.
Tampoco es que sea tan gruesa.
—… —Adrian.
¿Cómo debería responder esa pregunta?
¿Se enamoró de Cindy a primera vista?
Pensaba que, quizás, no es del todo preciso.
Cuando la vio por primera vez, realmente no lo pensó de esa manera.
No estaba tan enamorado como para pensar en esas cosas después de un solo encuentro.