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Haciendo lo que realmente les interesaba y dedicando sus días a perfeccionar sus habilidades culinarias, raramente tenían alguna interacción con personas como Eduardo López.
Incluso siendo parte del mismo círculo y experimentando diversas intersecciones, nunca se habían enredado con Eduardo López.
Yellen Brooks asintió y dijo:
—Entonces yo tampoco voy.
Larry Bennett, por otro lado, estaba interesado en intentarlo para ver si podía aprovechar una oportunidad.
Sin embargo, con todos los demás sin ir, parecería demasiado ansioso ir solo.
Así que Larry Bennett también permaneció en silencio.
El asistente de Eduardo López estaba furioso al ver esto:
—¿Ninguno de ustedes va?
—No —dijo fríamente Aiden Huxley—. ¡Qué broma! Actuar todo altivo delante de nosotros.
Si no podía manejar este asunto, Eduardo López definitivamente lo regañaría más tarde.
El asistente de Eduardo López luego preguntó a Cindy Clarke:
—Cindy, ¿y tú? ¿Tampoco vas a ir?