—Si después de todo este tiempo juntos todavía dudase, ¿qué clase de persona sería? Si ella fuera realmente así, no merecería el afecto de Adrián Zhekova.
—Además, me preocupa que la situación con mi familia te haga sentir molesto —dijo Cindy—. Cuando el amor está en su apogeo, todos los defectos y carencias de tu pareja pueden tolerarse.
—Pero, ¿qué sucede con el paso del tiempo? —dijo Cindy—. Ellos son miembros de mi familia y aunque no quiera lidiar con ellos, solo puedo ignorarlos. No puedo hacerles realmente nada.
—De esta manera, solo puedo resistirles de forma pasiva, sin poder liberarme completamente de ellos.
—Si siguen volviendo como un caramelo pegajoso, solo puedo sacudírmelos cada vez. Pero soy su hija y no tengo elección. Tú, sin embargo, no tienes nada que ver con ellos.
—Con el tiempo, este constante adherirse y sacudirse, temo que finalmente te hartarás, e incluso te hartarás de mí también.