La pantalla mostraba constantemente cielo azul, nubes blancas y pájaros volando, creando una ilusión visual.
Si no miras de cerca, es difícil de ver que el cielo a lo lejos es en realidad falso.
Para lograr esto, el costo de las pantallas de alta definición solas era bastante, ya que tenían que cubrir todo el estadio deportivo.
Además, tuvieron que remodelar el estadio haciendo que pareciera lo suficientemente convincente como para no levantar sospechas entre los concursantes.
Por la forma en que los concursantes miraban a su alrededor cuando bajaron del autobús, parecía que estas modificaciones habían engañado a sus ojos.
Solo esto ya hacía difícil imaginar cuánto dinero había invertido el Grupo Pingla.
Cuando el público llegó al control de entradas fuera del estadio, se sorprendió al descubrir que sus asientos estaban dentro del propio estadio.
Cuando encontraron sus asientos y miraron hacia abajo, quedaron completamente asombrados.