Hoy desperté sintiéndome raro. Estaba mirando al sol, y estaba un poco más puesto que días anteriores, seguramente me levanté más tarde. Podrían ser... no sé, cerca de la una de la tarde o por ahí. Puse mi mano hacia arriba tapándome el sol, e intentaba ir abriendo los ojos para poder levantarme. Tras unos segundos lo consigo, y me siento en el pasto. Veo a mi al rededor y noto solamente a Shair acostada. Está con los brazos en su cabeza y las piernas cruzadas mirando al cielo.
No veía rastro del slime en ningún lado. Estaba intentando hacerme a la realidad, pues seguía viendo un poco borroso.
—¿Qué haces?- Cuestionaba a la peliverde, sonando aún un poco dormido.
—Exactamente lo que estás viendo.
No puedo decir que me contestó cortante porque realmente no estaba haciendo nada y era un poco tonta mi pregunta. Aunque quién sabe en este mundo.
—Fui a ver si estaba el gremio abierto y hoy tampoco lo está.- Agregó la peliverde.
Debido a eso me puse a pensar varias cosas sobre qué hacer este día. Es una sensación rara porque querría hacer mucho pero no sé qué hacer exactamente. Mientras pensaba me di cuenta de que el slime no estaba en ninguna parte.
—¿Y...- Hice una pausa para recordar. —...Zakko?
—Está abajo. O adentro... o bueno, abajo y dentro. Estaba con Yaku también.
—¿Ella estaba ahí?
—Pues... sí. ¿Por qué la pregunta?
—Por nada.
Se me hizo curioso que esté. No sé si la nube que vi anoche habrá sido algún tipo de alucinación que tuve o era ella o algo así.
—Pude hablar un poco más con ella, se le veía más cómoda.- Shair estaba hablando de la albina que vive en la mazmorra esta. —Tampoco pude hablar muchísimo, pero se le veía más amigable.
Sorprendente, pero tampoco mucho. Quizás yo le caigo mal a la gente y por eso no hablan cuando estoy yo. Eso no sería sorprendente...
Ella no parecía tener intenciones de moverse ni un segundo. Me quedé viéndola, apenas y parpadeaba. Estaba completamente atenta al cielo.
Miré al cielo por si acaso, digo, no vaya a ser que haya algo épico y yo no lo esté viendo. Cosa que no era así, no había nada. Me tiré al suelo también.
La verdad no sé qué hacer durante el día, me gustaría visitar el pueblo pero estoy seguro de que me perdería yendo solo. Podría pedirle a esta tipa que me acompañe y seguramente acepte, pero... me da pena.
Tuve que hacerme a la idea, y después de un rato y de tomar aire, decidí preguntarle si ella haría algo, y si no, decirle si me acompaña.
—Y... ¿qué se supone que vas a hacer en todo el día?
Estuvo unos segundos para responderme.
—En principio nada. Aunque cuando fui a Giruboken me ofrecieron un paseo turístico.
Eso es bastante conveniente. Así que es un lugar turístico, es cierto que se ve mucho más grande de lo poco que vi cerca al gremio.
—Podríamos ir si te gusta la idea.- Me invitó Shair. A lo que acepté.
Esa fue la idea del día, así que se levantó y yo también. Ella de inmediato fue a la mazmorra para proceder a gritarle a Zakko por si quería venir. Osea, les gritó a los dos, pero yo ya asumía que la albina no vendría, tiene pinta de gustarle más quedarse encerrada allí.
Tras un momento él salió. Llevaba aún el pelo sujetado. Se ve mejor así, creo. Debería cortarse el pelo igual.
—¿Yaku no quiere venir?- Shair le preguntó a Zakko, el cual negó con la cabeza.
Rápidamente nos fuimos en dirección al pueblo. Aunque esta vez con el slime que ya no es slime aunque podría serlo supongo. En verdad el color del pelo de Shair es más parecido a un slime que el de él...
Estaba disociando a la vez que caminando junto a ellos. O algo así, los seguía desde detrás. Escuchaba que hablaban un poco pero nada de importancia. El verlos así sí me da un sentimiento de soledad nuevamente, aún no logro sentirme parte. Siento que todo pasa volando y todos los días pasa algo diferente en lo que centrar mi atención.
Quizá el paseo este sea buen momento para empezar a conectar más con ellos.
Al final llegamos, y vamos a por las personas que estaban ofreciendo el paseo. Se veían un poco de lejos porque se encontraban repartiendo cosas como volantes publicitarios o algo así, ni idea. Se veían un poco de lejos pero en realidad estaban a una distancia considerablemente grande.
Caminamos bastante hasta llegar. Fue en una calle cerrada más o menos rectangular. Era larga eso sí. Parecía como un centro del lugar, realmente era gigante.
Shair se acercó directamente a una chica que estaba repartiendo volantes, para hablarle. Pensé en seguirla, hasta que me fijé en Zakko. Fue darme la vuelta y verlo observando una tienda. A lo lejos parecía una tienda de libros. Intentaba ver de qué sin acercarme, pero habían... ¿letras? o signos que no entendía.
Considero que es raro pues algunas palabras las entendía. Quizás simplemente eran signos raros de algunos libros, ya que los otros los comprendía por completo. Supongo que le interesará leer, pero no notaba que se fijara en alguno en específico.
—¡Oigan!- Voceó la peliverde, llamándonos a los dos.
Una vez juntos, nos explicó que deberíamos seguirla en una media hora. Mientras tanto, podemos rondar por aquí, por si uno de nosotros quiere ver algo.
A Shair de inmediato se le ocurrió comer algo, y lo sugirió con los ojos fijos en un local. La seguimos, y nos sentamos. Ellos se sentaron juntos y yo delante de ellos. Por suerte la carta del menú la entendía prácticamente al cien. El único problema es que no conocía ninguna comida.
Ahora que lo pienso no he visto ningún animal. Y a la misma vez, no he sentido hambre todo este tiempo. Ni ningún tipo de necesidad con mi cuerpo más que respirar o dormir... y casi que ni eso, no he llegado a sentir muchísimo sueño.
No sé si eso sea lo normal, pues a ellos tampoco los veo sentir esas cosas. De hecho no he visto un baño en ningún lugar.
Estaba entrando en modo locura hasta que vino un mozo a preguntar qué pediríamos. Shair dejó la carta en la mesa con intenciones de pedir.
—Yo quiero un...
Apenas decía eso, volví a escuchar la estática. Intenté no hacer mucho show y ponerme las manos en las orejas mientras hablaba, pero se oía muy fuerte, llegaba a lastimar. Era horrible, no sé porqué a veces pasaba eso.
«¿Será que esto es una simulación?» Pasó por mi mente.
—Como no respondías te pedí lo mismo que hice el otro día, creo que te gustó.- Dijo Shair. No estaba seguro si me lo dijo a mí porque no me miró, de hecho estaba viendo hacia dentro, pues nosotros nos sentamos en unas mesas de afuera.
Se notaba mucha gente dentro, pero es normal. Se veía bonito el local. A saber de dónde saca la plata esta tipa, si es literalmente lo más cerca que he conocido a una persona vagabunda, y no creo que este sitio sea barato.
—También pedí tres...
Otra vez. Está empezando a molestarme más que dolerme la estática esta. Es horrible, es como si me picara la oreja y me hiciera un ruido extraño.
—¿Te pasa algo?- Shair me interrogó al verme seguramente haciendo expresiones raras.
—No...
Aunque quisiera contarlo no tengo idea cómo. Quizá necesito un médico o algo así, pero de momento prefiero guardármelo, no vaya a ser.
Zakko continuaba viendo hacia dentro, no sé porqué. Tiene pinta de que le gustan las ventanas porque se queda viendo todas. Intenté seguir su mirada para saber qué veía, pero no podía imaginar el qué era. A lo mejor alguna persona le pareció linda, lo entendería. Mucha gente llamativa.
—¿Qué estás viendo?- Le preguntó la peliverde, siendo directa. Necesario en este grupo la verdad.
—Nada.- Contestó el de pelo celeste, volteando su cabeza para fijar su mirada en la mesa.
Me resultó un poco gracioso que sea tan cortante.
—Bueno pero, ¿alguno de ustedes va a decir algo? Es un poco triste ser la única que habla.- Se quejó con toda la razón del mundo. O debería decir de los mundos ahora supongo.
—No... es que, me pareció ver a alguien que conocía, pero no creo.- Zakko comentaba. A lo cual Shair simplemente apoyó su cabeza sobre los brazos en la mesa.
Por suerte poco después llegaron con nuestra comida.
Acabé confirmado que me hablaba a mí, pues mi plato era la comida que preparó el día que llegué a acá. Ellos tenían cosas parecidas a las que había en mi mundo, no del todo iguales pero se veían similares.
Ojear la comida y sobre todo mirar la mía levantó mi apetito, por lo que procedí a comer. Estaba igual de rico de lo que recuerdo, lo que hizo que quiera comer más, y terminé comiéndome todo un poco rápido. Eso sí, quedé satisfecho.
Ellos también comieron, la verdad fue un rato agradable pese a que no hablé casi nada y no aproveché el momento. Igual, apenas comienza el día. Me gustaría empezar a llevarme bien con ellos.
Shair llamó al camarero, y pagó. Entregamos todo y nos fuimos. Ella nos estaba llevando cerca de dónde iniciaría el trayecto. Ya se avistaba a un par de personas llegando también. Nos llamaron a entrar a un sitio que era como una puerta gigante. Se veía todo oscuro al inicio, pero avanzando un poco se dio la luz del sol, pegando fuerte.
Habían un par de carruajes. Eran bastante bonitos la verdad, asumo que ese es más o menos el método de transporte, al parecer sí es el medievo. No digo que me disguste, pero podría ser más original, supongo.
Una mujer uniformada nos indicaba que era hora de partir, por lo que la seguimos. Nos encontramos con la chica con la que habló Shair, y se nos acercó para decirnos que lamentablemente no podríamos ir los tres en el mismo.
En ese momento yo pensé que preferiría ir solo, pues por lo que sea me da cosa dejar a Zakko solo, pero ir yo solo con él también me da un poco de cosa aún. Lo que no pensé fue que no tendríamos elección. Se llevaron al de pelo celeste con dos chicas. Una de ellas estaba en el restaurante de antes, quizá hasta salió favorecido y consigue ligar o algo así.
Comenzaron a apurarnos, y nos llevaron a mí y a Shair a subirnos a uno. En ese también estaba otra chica, de cabello largo y morado claro. Era heterocromática, pues su ojo derecho era de color celeste claro también, y su otro ojo del mismo color que su pelo. Ella ya se encontraba en los asientos.
Era un espacio para tres, así que yo me senté en un lado y Shair en medio.
—¡Hola!- Shair saludó a la chica, la cual estaba mirando hacia otro carruaje, pero al escuchar el saludo se voltea para contestar.
—Oh, ¡hola!- Devolvió el saludo con una sonrisa. Me dio las mismas vibras que la peliverde.
Shair comenzó a hablar con ella de lo típico. Cómo estaba y tal. Yo me limité a observarlas, y mi vista vagaba por todos lados. Tardó en iniciar, pero finalmente lo hizo. Ellas siguieron conversando, al parecer la chica se llamaba Dovarii, y prefería ser llamada Varii solamente.
Partimos del punto de salida y ya se divisaban los al rededores. Al parecer era un camino que llevaba para el lado verde de esta población. Se alcanzaban a ver montañas al fondo, al igual que todos los árboles y puestos cercanos, me gustaba demasiado la vista.
A su misma vez el viento corría un poco fuerte, y el sol brillaba. Parece realmente un escenario de ensueño, tanto, que comencé a perderme en mi mente. Experimenté sensaciones rarísimas que no reflejaba con mi cuerpo físico, el cual se encontraba disfrutando el momento.
El pensamiento de que fuese una simulación volvió a mi cabeza. En este punto no tengo ni pruebas en contra ni a favor para pensar eso, y el que no tenga necesidades humanas básicas como por ejemplo comer, me hace creer más en eso.
Supongo que lo único que es seguro es que estoy muerto. O morí.
Resulta deprimente pensar estas cosas con vistas tan bonitas como estas. El poblado este es demasiado grande, y a su vez lindo. Sería bonito vivir acá.
Volví en mí un poco. Mis oídos pitaban al inicio, pero poco a poco se fue disipando. Ya escuchaba la conversación entre la loca esta con... la otra loca que acabo de conocer.
—Mira, ya estamos cerca de una parada.- Mencionó... Va... ¿...rbie? La última letra era i creo. Varbi.
—¿Ah, habían paradas?- Preguntó completamente seria Shair. —¿De qué te ríes?- Me interrogó de inmediato. No pude evitar reírme, y me escuchó a pesar de intentar ocultarlo.
Y era cierto, pues un edificio enorme y mucha gente a la cercanía de este aparecía de la nada en el rango de visión de mis ojos. Se asimilaba a una catedral, y para mí hacía sentido. Es un mundo mágico pero sobre todo medieval, deben de existir algunas religiones.
Lo que me interesa saber es si alguna se asemeja a la mujer albina que he visto ya dos veces. Emanaba un aura digno de uno, creo yo. Osea, también, es la primera vez que puedo sentir un aura. Digo literalmente, porque hay cosas que tienen aura porque son épicas. Como yo, quizás. A veces.
Es posible que ese sea el caso, yo creo. Es un mundo mágico, alguno de los dioses en los que creen debe existir de verdad. O quizás todos. Pero con "de verdad" me refiero a que los hayan presenciado. No pretendo faltar al respeto a ninguna religión de mi antiguo mundo, con esto que me pasó ya creo que todo puede ser posible.
A la vez que pensaba en eso las personas que iban en los carruajes estos se bajaron para observar un poco más de cerca, a pesar de estar cerrado en estos momentos. Sí había mucha gente andando cerca.
Yo bajé, pero tampoco caminé muy lejos. Tan solo eso me hizo falta para poder sentir un poco de presión al haber tanta multitud. No sé exactamente qué siento o el porqué, pero es pesadísimo.
Opté por subirme a esperar, porque estaba empezando a dolerme la cabeza. Me fijé, y vi que Zakko tampoco había bajado. Pero él estaba hablando con una chica pelinegra con un flequillo color morado grisáceo.
No sé si por alguna razón le caigo mal, o si solo es casualidad, pero lo veo hablando con variedad de personas y a mí no me ha dicho ni una palabra. Con...
De verdad intento acordarme, pero es difícil. Sobre todo si no hablo tanto con ellos. Bueno, pero... con la albina de la mazmorra entiendo que quizás la conozca de antes, pero con esta no creo. Me gustaría llevarme bien con él, pero supongo que llegará el momento.
Tras pasar un rato todos volvieron a subirse, y seguimos con el paseo. Shair volvió con una especie de dona, o es lo más parecido que recuerdo. Se veía raro, así que pese a que me ofreció me negué, no se veía nada apetecible la verdad. Y tampoco siento hambre.
La... chica pelimorada. Me olvidé por completo su nombre. Pero ella también estaba comiendo, así que ninguna habló al inicio.
—¿Por qué no bajaste?- Me preguntó Shair, aún sin acabar de comer.
—Termina de comer, por favor.- Se lo digo, porque es exagerado lo que se nota que está comiendo. Parece una exageración, aunque bueno, ella de por sí puede parecerlo. Es bastante irreal.
Con eso no trato de decir que es anormal o algo así no la insultaría de esa manera. Aún. Quizá cuando le tenga confianza sí.
Trascurría el viaje y se volvía un tanto aburrido para mí. No me parece muy bueno para acercarme a mis compañeros. Bueno, uno de ellos estoy pensando seriamente si le caigo mal, y la otra... Solo es por mi parte, supongo.
Unos minutos después, llegamos a la segunda parada. Esta fue en lo que aparenta ser un especie de bar famoso en... la ciudad. Nos hicieron bajarnos a todos ahora sí, y entramos. Mucha gente también por aquí, no sé qué tan importante sea la ciudad pero no está tan lejos del lugar en que aparecí. O eso creo.
Nos dieron una charla acerca de la importancia del lugar, y del origen de la bebida. De la cual nos dieron una pequeña muestra. Creo que no era alcohólica, o la que nos dieron no. Pero más adentro sí había mucha gente bebiendo.
Ninguno de ellos parece realmente un aventurero o algo así, pero puede que me esté dejando llevar por series que vi en mi mundo. O por las apariencias, pero yo de verdad pienso que todos ellos podrían ser personajes de relleno en una prisión. O bueno no todos. Más o menos.
Shair probó la bebida y me hizo saber que le encantó, tanto, que me preguntó si me iba a tomar mi prueba. A lo que le dije que no, tampoco me muero de sed ni nada, así que se la di para que esté feliz. Algún día la probaré, si me acuerdo.
Se ve lindo el lugar. Si en algún momento se me ocurre ser un alcohólico podría venir, siempre está bien tener opciones.
El día se estaba haciendo un poco largo, no está siendo mi forma favorita de turistear la verdad. Tampoco lo he hecho nunca, pero creo que solo caminar ya me parecería mejor. Y sobre todo con amigos. Me sabe feo decirlo teniendo a esta... lunática peliverde. Pero aún no me siento en confianza para estar llamándola como tal.
Pasamos por varias zonas bastante lindas. Nos alejamos de la población para acercarnos a unas montañas, y al parecer se pueden subir para llegar a ciudades nevadas. No entiendo muy bien el mundo este, pero me encantaría viajar y conocerlo por completo.
Solo espero que esta vida no me dé complicaciones y lo pueda hacer...
Shair me contó que por estos lares fue que conoció a Zakko. Imagino que debe de vivir por el pueblo nevado o algo. Es raro igual, me despertó curiosidad por saber qué tanto conoce la peliverde esta. Estoy seguro de que no es su primera vez tomando este paseo.
El día se me estaba haciendo largo, pero después de esas paradas Shair me dijo que ya estábamos volviendo, por lo que creo que me gustaría descansar por primera vez. No es que sienta sueño, pero un cansancio físico sí. Y mental también.
Al final hablé un poco más, Varii es agradable, me sentí más cómodo hablando con ella por alguna razón. Una pena que seguramente no la vuelva a ver, o no mucho.
Terminamos por llegar a la zona de la que partimos, y nos bajamos todos.
"¡Espero se la hayan pasado muy lindo!" Exclamaba la chica que nos atendió. Shair le agradeció y efectivamente se conocían ya. No entendí su nombre, mi mente no está para retener conceptos ahora mismo. Y menos si son tan raros, sin ofender, a lo mejor su nombre es bonito.
Nos despedimos de Varii, pero acabó regresando Zakko, por fin.
—¡Zakko!- Gritó Shair, mientras él se acercaba. Yendo a abrazarlo. —¿Por qué no te juntaste con nosotros?
—Eh... esa chica de ahí es la que conocía, y me quedé hablando un poco con ella.- Apuntó hacia la tipa con la que lo vi hablando. Eso sí, apuntó como pudo. Shair lo está apretando un poco.
—¿Y por qué yo no la conozco?
—Es... de antes de conocerte.- Contestó, lo que hizo que Shair lo libere y se quede mirándola.
Por lo que sea ahora parece estar de mejor humor. Obvio que tengo curiosidad, pero solo puedo esperar a que la peliverde se le ocurra preguntar, yo creo que a mí no me devuelve ni el saludo.
—Hola.- El de pelo celeste me saludó.
Me lo quedé mirando pensando para mí: "¿Realmente me saludó?".
—Hola...- Devolví el saludo pero intentando que sea discreto, lo suficiente como para que si me mira con cara de que no me saludaba a mí, hacerme el loco.
Él solo sonrió. Con el cabello así parece mujer.
—¿Y no crees que ella quiera venir con nosotros?- Cuestionó Shair.
—No creo... Ella ya tiene un grupo. De hecho ustedes estaban con una de su grupo.
Shair comenzó a caminar, a lo que Zakko le siguió, a lo que yo también.
Bueno, supongo que no estuvo tan mal después de todo. Creo que puede ser bonito este mundo, aún teniendo tantas dudas. Pero supongo que en mi anterior mundo también podría tener muchísimas dudas que no tuve. Creo que solo tengo que despejar la mente un poco, y creo que pasando rato con ellos podré.
—¿Y ahora?- Preguntó Zakko. —Por aquí no vamos a la torre.
Supongo que refiriéndose a la mazmorra donde dormimos.
—Quiero mostrarle a Kairo el coliseo, ya que queda cerca y creo que es importante.
¿Un coliseo?
¿Y por qué se salta algo tan grande el paseo...? Aunque da igual supongo, se centrarán en otras cosas. Quizás hasta es bastante común el coliseo y por eso se lo saltan.
Dimos un par de vueltas por el centro. Juro que este lugar es muy grande, ya ni sé si es el mismo pueblo...
Más temprano que tarde conseguimos llegar al coliseo, y era intimidante cuánto menos. Sobre todo si estaba oscureciendo, cosa que era el caso. Las calles brillaban pese a eso, pero no exageradamente.
Estaba todo cerrado, habían arbustos por los al rededores de este, y un letrero gigante con lo que aparenta ser el nombre del lugar. O eso creo.
"Duel'Grot"
Es raro cuánto menos, pero yo qué sé. Dudo que sea lo más raro que vaya a leer en mi... ¿vida...?
En mis vidas.
—¿Y esto? ¿Así se llama el coliseo o...?- Interrogué a Shair, apuntando al letrero, esperando que me dé más información. No soy capaz de leerlo por completo pero creo que lo de abajo son más detalles.
—Algo así. En este lugar se hacen duelos entre grupos, bandas, clubes, pandillas, gremios, agrupaciones, brigadas...- Continuó tirando sinónimos, a la vez que levantaba el dedo índice. —Normalmente lo hacen agrupaciones grandes, pero hace tiempo que hay una que domina bastante.
—¿Y sirve de algo o...?- Pregunté.
—Es solo un acto de entretenimiento. No sirve de mucho más que demostrar que tú y los tuyos son fuertes y para el ego y blablablá. Aunque se dice que el actual grupo más fuerte tiene cierta relación con el rey de manera directa, por lo que tienen privilegios que la gente normal no tiene, y eso hace que mucha gente quiera entrar ahí.- Prosiguió con la información, teniendo un tono de nerd, pero la verdad sí tiene la pinta de ser tremenda nerd en ese tipo de cosas.
"Rey"...
Es muy raro estar en un mundo así luego de haber vivido dieciocho años en un mundo demasiado moderno en comparación a esto. Y a la vez es gracioso que sea tan genérico como los animes isekai que existían en el mío.
—¿Exactamente quiénes dicen eso?- Se oyó desde atrás de nosotros.
Los tres volteamos, y apenas hacerlo noté una presencia bastante intimidante. Al menos al inicio.
Vi a un chico bastante alto, con el pelo completamente negro, pero sus ojos celestes. Llevaba una especie de... ¿haori? algo así se llamaba, de color negro pero con líneas blancas.
Ambos lados hacían una forma que si juntabas el haori se formaba un sol blanco. Llevaba una camisa blanca de mangas largas sin cuello, y un pantalón largo con pliegues igual de oscura que el resto de su ropa.
Oí a Zakko respirar fuerte, como si se hubiese sorprendido. Me fijé en él y parecía entre atemorizado y preocupado.
—Oh, ¡hola!- Claramente Shair no reaccionó igual, y fue a saludarle. —Lo oí de gente del pueblo, son rumores. Pero a mí me hacen cierto sentido si me lo preguntas...
Ella habló con el tipo, pero yo no pude dejar de mirar a Zakko. Él estaba temblando, tenía un miedo genuino. Yo ojeaba un poco al chico del haori, y no notaba nada en él que lo pudiera asustar tanto.
De hecho la misma Shair estaba conversando con él como si nada. Pero he de decir que me daba la sensación de que nos echaba cierta mirada de reojo que daba mala espina. Pese a eso no puedo pensar nada más.
—Bueno, fue un gusto conocerlos. Espero volver a verlos en algún momento, les deseo suerte.- El tipo del haori se despedía de nosotros.
Estrechó la mano de Shair y la mía. Al hacerlo, un extraño pensamiento pasó por mi cabeza. Ver a Zakko reaccionar de esa manera me hace creer que no debería estar tanto en confianza con este tipo. La reacción de Shair me dice lo contrario, pero quiero creer que entre ella y el slime él está más cuerdo que ella.
Luego de estrechar mi mano, se acerca a Zakko, estirando su mano también. Pero él no se la devolvía, y ni siquiera lo miraba, estaba paralizado observando el suelo.
—¿No piensas despedirte?- Habló el tipo de pelo negro. —Para ser un Veniz no eres nada educado. Ni luces muy protector.- Le dijo eso, y le da palmadas en el cabello, para luego irse sin más.
Me deja pensando. Quizá se intimidó porque son de la misma raza o algo así. Osea, no tienen el mismo color de cabello ni nada, pero de ojos sí.
El chico de pelo celeste seguía temblando, y al final Shair se dio cuenta por lo que le abrazó por la espalda.
—¿Estás bien?- Le cuestionó.
Zakko suspiró, o botó el aire, pareció que lo estuviera conteniendo.
—Ya no quiero caminar más.- Dijo, a la vez que se volvía slime y Shair lo sostenía en sus manos.
Ella se rió, para luego ponerse a caminar. Yo iba con ellos, un tanto confundido. A este punto no entiendo casi nada, Zakko me pone nervioso, no entiendo su forma de actuar y de ser y no entiendo nada de él la verdad.
Terminamos yéndonos a... ¿casa? no sé cómo llamarle, obvio casa no es. Creo que le llamaron la torre o algo así, tal vez le llame de esa manera ahora.
Fue un camino largo, el pueblo en completa oscuridad. No puedo decir que no diese un poco de escalofríos. No hubo o no vi casi gente, solo... vi sombras. Pero no estoy seguro de que no haya sido mi imaginación.
Al llegar, el de pelo celeste iba de inmediato a entrar en la mazmorra, solo que fue brutalmente arrastrado por Shair, pues quiere que le cuente algo. Según ella está haciéndose el misterioso.
Shair se sentó, y Zakko se sentó a un lado de ella. La peliverde me llamó, pues yo estaba viendo un poco desde lejos. Me animé y me senté, formando un triángulo.
Al parecer Zakko nos iba a contar un poco de su vida.