El anciano mago entrecerró los ojos hacia Roy y preguntó con voz desconcertada—Chico, ¿cómo te has... puesto tan delgado?
Sonriendo a los Visores con todo su rostro, Roy respondió—Como ya saben, fui el huésped de un parásito mortal. Mata a una persona induciendo intolerancia al maná en ellos mientras crea caparazones que contienen Maná en su cuerpo llamados Grasa de Maná. Estos caparazones no tienen una vida larga, pero mientras viven, el maná se contiene dentro de ellos, sin escaparse, lo que a su vez, protege al huésped del daño. Se suponía que iba a morir el día que se descomponían. Pero ya me he deshecho de ello. Así que estaré bien.