Nevreal observó al Enano de cabello rojo con una mirada solemne en su rostro.
Había leído el informe sobre la abducción de la Princesa Anastasia. El Rey Uther incluso había pedido a un maestro pintor que dibujara los bocetos de las personas que intentaron secuestrar a su hija, para que sus agentes pudieran reconocer sus rostros.
El Enano de mediana edad comprendió entonces y allí que esta era efectivamente la misma persona que había intentado usar a la Princesa como rehén contra el Rey, lo que hizo hervir su sangre.
Lo que muchos no sabían era que Nevreal era en realidad uno de los Hermanos Jurados del Rey Uther. Por eso el Rey le había dado su confianza incondicional, e incluso le había otorgado su sello que el Enano de mediana edad podía usar en tiempos de emergencias.
Quizás al sentir la mirada de Nevreal, Harrus dirigió su atención hacia el Enano de mediana edad y le lanzó una mirada molesta.
—¿Qué? —preguntó Harrus con fastidio.
—No —respondió Nevreal—. Continúa.
