Al salir afuera, Kieran vio que Aeredale permanecía en ese extraño estado ajetreado. Potenciaba esa sensación de ser un impostor con la que luchaba. Se sentía como un extranjero en un lugar con el que debería estar íntimamente familiarizado.
—Esa Prueba realmente me afectó…
El concepto de cómo el tiempo avanzaba sin cesar, independientemente de cualquier persona, era un pensamiento desalentador. Kieran era responsable de salvar Aeredale y, por esa razón, era su Gran Benefactor. Y debería estar feliz por su ascenso a la prominencia a pequeña escala.
Sin embargo, no lo estaba.
Los eventos de la Prueba habían moldeado el proceso de pensamiento de Kieran para dudar de que mucho bien viniera sin un enorme sacrificio al final. Quizás era él siendo demasiado cínico, pero todo esto le parecía... falso.
—¿Estoy siendo demasiado dramático ahora?