La información llegó como una sorpresa, pero no era implausible ni desagradable. Kieran se había vuelto curioso acerca de los movimientos de Ezra cuando perdió todo contacto con ella.
Aunque no la consideraba una amiga cercana como lo hacía con Bastión y los demás, ella era… una aliada valiosa a sus ojos.
Ella podía proporcionar ventajas que de otro modo serían inaccesibles para él. Hasta donde sabía, Eclipse no debería experimentar ningún trastorno drástico.
Al menos, no según sus recuerdos.
Pero, de nuevo, no había un evento de esta magnitud en sus memorias. Ya no podía ver las cosas de forma directa y adherirse a un estricto cronograma. Las mareas del cambio y precaución estaban aumentando.
Las costuras del cronograma se deshilachaban por sus acciones, ya fueran inadvertidas o intencionadas.