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Los mercaderes se quedaron dormidos aproximadamente una hora después de establecer el campamento en un área aislada oculta por varias rocas grandes. No solo proporcionaba una cobertura natural, sino que cada apertura poseía una línea de visión directa, por lo que Kieran y los demás se darían cuenta de inmediato si un monstruo se acercaba o si los Bandidos Nacidos del Desierto encontraban su ubicación actual de alguna manera.
Sin embargo, las probabilidades de que eso ocurriese eran escasas, ya que el Jefe Mercante Penni reveló la falta de actividad de ellos dentro del territorio del Reino de Aubrililies. Este terreno rocoso marcaba el inicio de ese territorio. Así que los Bandidos Nacidos del Desierto estarían caminando sobre hielo delgado.
—Muy bien —Kieran aplaudió con las manos—. No habrá activación de habilidades para la primera parte de este entrenamiento. Será simplemente familiarizarse con los mecanismos de su clase. Y me refiero a fondo.
