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Para la mayoría de la tripulación, el vuelo a Kepler Terminus iba a ser uno relajante, con muy poco que hacer aparte de revisar sus Mecha y asegurarse de que todo estuviera al cien por ciento de capacidad de combate.
Para Max y Nico, era una historia muy diferente. Actualmente estaban en una reunión con los Generales, donde el Inquisidor Ming había solicitado una actualización completa y un informe detallado sobre todo lo que ambos habían aprendido de sus interacciones con los elementos sospechosos de ser rebeldes y las naciones independientes que habían conocido a lo largo de su viaje.
Era mucha información para ponerlo al corriente, y el Inquisidor quería una aclaración de cada línea y detalle de los informes que Max había hecho, asegurándose de que no se perdiera ninguna pista o un ápice de matiz en sus interacciones que pudiera ser vital para el Imperio más adelante.
