El resto de la semana transcurrió de la misma manera, Max probaba las mejoras incrementales del avión de combate de inserción orbital mientras que Nico trabajaba con el equipo en las pruebas prácticas del exoesqueleto. Eventualmente, obligaron al equipo de programación a escribir dendritas completamente articuladas para reemplazar los brazos de pluma de la grúa, permitiendo un mejor acceso en áreas estrechas y una mejor articulación general sin mover el cuerpo físico del usuario.
Hasta ahora se habían fabricado diez trajes y el Departamento de Pruebas estaba celoso del personal de la Bahía 29, que los llevaba todo el día, con fines de "pruebas" mientras hacían las modificaciones en la versión médica apodada [Kit de Adepto Médico v3]. Los brazos adicionales aumentaban la productividad y la precisión, así como reducían la fatiga del usuario, y ya se habían lanzado peticiones para declarar al traje apto para el servicio para que las demás bahías también pudieran obtenerlos.