—Pueden dejar las aeropatinetas en el auto y caminaremos hacia el museo —sugirió el Tío Lu, pidiéndole al conductor de la limusina que recogiera sus nuevas aeropatinetas y luego esperara cerca del museo para que volvieran a salir.
Había varias tiendas en el strip entre la tienda y el museo, todas atendiendo a turistas o a los ciudadanos trabajadores que vivían en el área, por lo que un breve paseo era la actividad normal de turistas si se dirigían al museo.
La disposición de la ciudad le resultaba extraña a Max, ya que las señales del mapa de las calles eran todas en tres dimensiones, mostrando los elevadores y salidas de tráfico que llevaban entre las capas del domo.
Los cielos sobre él eran todos holográficos ya que estaban en una capa interior, pero el domo estaba diseñado para enviar luz desde el perímetro a través de todo el nivel, reduciendo la necesidad de iluminación adicional y dando a la ciudad una sensación más natural.