—Jefe, ese bastardo Tharin actuó como un gato asustadizo durante todo un día buscando a ese grupo de gente. Pero por lo que escuché, dejaron la ciudad.
Dentro de una de las mansiones de la ciudad, un grupo de quince personas se reunió y se enfrentó a un hombre sentado en una silla, Kolak. Tenía la piel de color verde, un cuerpo musculoso y orejas parecidas a las de un elfo.
Kolak era un poderoso del Tercer Anillo, y en su mano, había dos anillos ya que tenía dos fuentes de energía, Maná y Metafísica.
De las quince personas del grupo, once eran poderosos del segundo reino, mientras que cuatro eran poderosos del primer anillo que habían ascendido recientemente.
—Humph, ya que dejaron la ciudad, no tenemos por qué preocuparnos —dijo Kolak con un resoplido antes de mirar a uno de los hombres—. Más importante, ¿qué hay de la tarea que te di?
—Sí, jefe. Investigamos el asunto —dijo el hombre al que Kolak miraba con un asentimiento pero dudaba en continuar.