Meya estaba poniéndose nerviosa y sudorosa, mientras que Sierra permanecía indiferente. Ella creía que Arkhen tenía un plan para su situación bastante única y aparentemente peligrosa.
De todos modos, Arkhen ya había hablado con Lady Rong, y ella decidió participar en el plan de Arkhen.
—¡Suéltalo de inmediato, Arkhen! ¡Estás rompiendo la regla de la secta de herir mortalmente a un compañero discípulo! —dijo el hombre de mediana edad, que era el jefe de los ejecutores, con tono severo. Era un poderoso de pico clase 9.
—É-él mató a Carow y a mis dos amigos —dijo Refal antes de vomitar sangre. Sin embargo, a pesar del dolor, ya había empezado a regodearse y a sentirse feliz, pues sabía que ¡Arkhen y los otros dos estaban acabados!
—¿¡Qué?! —Todos los que observaban el espectáculo estaban impactados!
Internamente, también pensaban que Arkhen era estúpido. Debería haber matado a todos y haberse ido.