Sus ojos se volvieron fríos al segundo siguiente mientras miraba fijamente a Lilith y a los demás. —Puede que haya perdido, pero eso no significa que vaya a rendirme.
—No voy a renunciar a todo así como así. He hecho innumerables sacrificios por mi sueño. Puede que haya fallado ahora, pero de ninguna manera me rendiré después de haber llegado hasta aquí. Luna y la Serpiente del Cielo hicieron contacto y luego asintieron ligeramente con la cabeza. Esto no pasó desapercibido para los demás.
—Si estás pensando en escapar, te sugiero que te detengas... —comentó Lilith con una sonrisa burlona. No había necesidad de que ella personalmente detuviera a Luna y a la Serpiente del Cielo. Había alguien más que era más adecuado para este trabajo.
—Hmph... —dijo Luna—. Algún día, me vengaré de ti.