—No mucho, en 3 meses, quiero que el Sr. Aditya venga a conocer a mis padres —dijo Alicia con seriedad.
—¡Pttt!... ¡Tos!... ¡Tos!
Aditya se limpió la boca con una servilleta y miró a Alicia —¿Qué... qué has dicho? —Aditya se quedó tan impactado que se olvidó de dirigirse a ella de manera formal.
—He dicho que necesito que el Sr. Aditya venga conmigo a conocer a mi padre —respondió ella con timidez.
Aditya tomó una profunda respiración y se calmó —¿Puedo saber la razón? Después de todo, señorita Alicia, aunque finjamos que no estamos casados por contrato, conocer a tus padres me parece un poco fuera de lugar.
Al escuchar las palabras de Aditya, fue entonces cuando la orgullosa mujer finalmente mostró un pequeño rubor en su rostro, haciéndola ver incluso más adorable que antes. Alicia miró hacia abajo y agarró la taza de té para calmarse. Tras dar un sorbo, se sintió más tranquila.