Sasha se sentó al borde de la cama.
—Suspiro.
Sasha suspiró mientras se frotaba la frente. Después de frotarse la frente por unos segundos, miró hacia abajo. Sus ojos estaban en su área genital. Por un segundo mordió su labio y apretó los puños sintiéndose frustrada por toda la situación.
Por esto, todo lo que hacía le sabía insípido y mezclado. Simplemente no podía concentrarse. Sentía que su mente siempre estaba en otro lugar.
Afortunadamente, llevaba una falda larga. De lo contrario, todos en la cabina del capitán habrían visto una mancha húmeda en su área genital. Esto sin duda habría sido vergonzoso para ella.
Desde anoche, su coño no dejaba de picar. Continuaba segregando líquidos pegajosos.
