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Si no te interesa el capítulo R-18, puedes saltarte este capítulo.
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Todo el dormitorio estaba un desastre. El dormitorio se llenó con el intenso olor a sexo que haría a cualquiera instantáneamente excitado. Habían pasado un par de horas desde que Riya, la diosa de la Naturaleza, perdió su virginidad. Y hasta ahora, ninguno de los dos mostraba señales de detenerse pronto.
Si algo, a medida que pasaba el tiempo, los sonidos lascivos que salían del dormitorio de la Diosa solo se volvían más fuertes e intensos. Era como si ni Aditya ni Riya quisieran que nadie en el barco del desierto durmiera esa noche.
Lo bueno era que dado que no había otros hombres aparte de Aditya en el barco del desierto, él no tenía que suprimir los dulces y lascivos gemidos de Riya.
